El motín sofocado de madrugada en la selección femenina de fútbol, durante la concentración del equipo en la localidad valenciana de Oliva, ya empieza a tener consecuencias con una profunda reestructuración en el seno de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El ente federativo y el Gobierno —con la mediación del presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos— lograron solucionar la crisis abierta en el equipo nacional, pero a cambio deben ceder: el Ejecutivo no impondrá sanciones por las renuncias a la convocatoria de la nueva seleccionadora, Montse Tomé, y la RFEF empezará a despedir a los dirigentes que las futbolistas digan.
Después de la destitución de Jorge Vilda y de la dimisión de Luis Rubiales, la Federación ha anunciado este miércoles que "prescinde de los servicios" del secretario general, Andreu Camps. El organismo no nombrará a un nuevo secretario general y las funciones serán asumidas de forma interina por Elvira Andrés y Alfredo Olivares hasta la finalización del proceso electoral del organismo.
A partir de este momento, "y en este tiempo de transición hasta la finalización del proceso electoral", las funciones de Camps serán asumidas por la directora del Gabinete de la Presidencia, Elvira Andrés, "en el ámbito representativo como secretaria de los órganos de gobierno y representación de la Federación".
Asimismo, las funciones ejecutivas las asumirá Alfredo Olivares, actual director de Competiciones.
La RFEF explica que "esta decisión se ha tomado de acuerdo al artículo 39.2" de sus Estatutos, que indica que "el nombramiento del Secretario General será facultativo para el Presidente de la RFEF, quien, si no efectuara tal designación, será el responsable de las funciones propias de aquél, pudiendo delegar en las personas que considere oportuno".
Camps es el primero en caer, tras el motín de Oliva, pero no será el único. Los puestos del director del Departamento de Integridad, Miguel García Caba; el director de marketing, Rubén Rivera; y el de Relaciones Institucionales, Antonio Gómez Reino, también peligran. Asimismo, las chantajistas piden la cabeza del asesor jurídico de la RFEF, Tomás González Cueto, y de la jefa de prensa de la selección femenina, Patricia Pérez, conocida como Poki.