
Marta Huerta de Aza siempre ha abierto el camino a las mujeres en el mundo del arbitraje y hoy, en 2024, sigue haciéndolo. El motivo es que se ha convertido en la primera árbitra principal española en el fútbol profesional masculino. Un hecho histórico que sigue agrandando la carrera de la colegiada palentina. El campo del El Plantío ha sido testigo, en el primer encuentro de la Segunda División Burgos - Cartagena, del debut de Marta Huerta. Pero, ¿quién es la mujer que rompe barreras en el arbitraje? Marta Huerta de Aza, palentina, pero afincada en Tenerife, y de 34 años, comenzó a arbitrar con quince años y se convirtió en internacional con 26. Lleva más de media vida dedicada al arbitraje, una profesión masculinizada en la que ha roto barreras al ser designada esta temporada 2024/25 como árbitra principal de Segunda División.
Hasta ahora había pitado en Primera RFEF y Liga F, la categoría profesional femenina que intentará compaginar con la Segunda División masculina. Pero no solo eso, sino que a nivel internacional en categoría femenina, la colegiada ha estado presente tanto en la Eurocopa de Inglaterra 2022, donde arbitró el partido inaugural entre Inglaterra y Austria en Old Trafford, como en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda de 2023.
Hay que tener claro que desde muy joven, Marta Huerta mostró interés por el fútbol, pero fue durante su adolescencia cuando decidió enfocar su pasión hacia el arbitraje. Comenzó su carrera como árbitra en categorías inferiores y fue ascendiendo poco a poco en el escalafón del arbitraje español, destacando por su profesionalismo, conocimiento del reglamento y capacidad para manejar partidos complejos. Pero en realidad, salgó a la fama cuando en 2017 la Primera División femenina del fútbol español pasó a estar exclusivamente dirigida por mujeres. Desde entonces, ha dirigido finales de Copa de la Reina, de la Supercopa de España e incluso encabezó el cuarteto arbitral español, el primero de la historia formado por árbitras españolas, que se encargó de pitar el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League femenina entre el Arsenal y el Bayern de Múnich.
En Marta Huerta destaca su estilo arbitral en el que predomina el diálogo, el ‘manejo’ de los futbolistas y una personalidad y confianza marcadas. Quizá por este motivo, además de haber arbitrado numerosos partidos importantes, tanto a nivel nacional como internacional, Marta Huerta fue la encargada de estrenar el VAR en el fútbol femenino español en el partido de la final de Copa de la Reina de 2023 entre el Real Madrid y Atlético de Madrid. También fue la primera árbitra VAR en España actuando desde la sala VOR en el derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid de la Copa de la Reina durante la temporada 22/23.
Pero también ha sido ejemplo en normalizar un parón por maternidad. Tras su ascenso a la categoría UEFA Elite y preselección para el Mundial de 2023, Huerta de Aza interrumpió su actividad en 2021 por maternidad cuando todavía no estaban regulados estos derechos y, como consecuencia, no recibió ningún ingreso del arbitraje. Así, compaginó su embarazo con la formación continua que reciben todos los árbitros y después se centró en el plan de recuperación física para regresar a los terrenos de juego en unos años en los que ha logrado sus mayores hitos.
La cara visible en la lucha por las mejoras arbitrales
Fuera de los terrenos de juego también ha sido una de las caras visibles en la lucha arbitral tras la profesionalización del colectivo en 2022. El comienzo de la temporada 22/23 llegó con una huelga del colectivo arbitral que dejó una imagen curiosa: los aficionados y las jugadoras esperaban sobre el césped, con todo preparado, para arrancar el partido pero la falta ausencia de las árbitras hizo que los partidos se fueran suspendiendo uno por uno.
Las colegiadas lucharon por sus derechos y unas mejoras que fueran desde sus contratos hasta la apuesta firme por el arbitraje femenino español desde la base. Pedían alrededor de 21.000€ anuales durante la primera temporada para ir aumentando la cantidad hasta llegar a los 50.000 euros anuales, suponiendo una sexta parte de las cifras que cobra un árbitro de Primera División masculina. No obstante, las cifras finales rondaron los 25.000€ para las árbitras principales y 16.000€ para las asistentes, pasando de cobrar la colegiada principal de 300€ a ingresar 1.666€ por partido. Mientras las asistentes cobrarían 1.006€. Además de ello, el CSD se comprometió a pagar 350.000€ anuales durante tres años para fondos de fin de carrera de las árbitras.