
En medio de la polémica. Íñigo Martínez tuvo tiempo para dar su opinión sobre la polémica arbitral que propició que el Real Madrid anulase el entrenamiento, las ruedas de prensa y las cenas oficiales previas a la final porque consideraba que debía producirse un cambio de árbitros para el Clásico de la Cartuja.
Después del encuentro, el central no dudó en mandar sus felicitaciones a De Burgos Bengoetxea y, de manera extendida, a todo el colectivo arbitral: "Felicitar a Richi y a los compañeros, han estado a un gran nivel. Espero que todos lo hagamos. Ha sido muy injusto llegar a estos niveles y, por nuestra parte, arroparles. Todos fallamos en esta vida y es duro. A nadie le gusta estar en esa situación".
Ante la labor de De Burgos Bengoetxea en el partido, reconoció que "sabía que iba a ser complicado" por había mucho revuelo alrededor". "Me alegro por él, es una gran tío donde la profesionalidad nunca falla", terminó reconociendo Íñigo Martínez tras llevarse la victoria en la final de la Copa del Rey.
El origen de la polémica
Un día antes, el viernes por la mañana, los árbitros responsables de dirigir el encuentro fueron los protagonistas tras comparecencia. González Fuertes habló sobre las consecuencias de los vídeos publicados por Real Madrid TV reconociendo que "cuando algunos periodistas hablan de robo lo que conlleva es que el aficionado, esa frustración la paga con el niño y la niña que coge un silbato y tiene que ir a pitar un infantil. La consecuencia es que después le ponen la diana a un compañero en la cabeza", expuso el responsable en el VAR.
Además, afirmó que comenzarían "a tomar medidas muchos más serias de las que se están tomando" y que no iban "a seguir aguantado" estas situaciones. Por otra parte, De Burgos Bengoetxea rompió a llorar al recordar el sufrimiento que sufren tanto él como su familia: "Cuando un hijo tuyo va al colegio y le dicen que su padre es un ‘ladrón’ y llega a casa llorando, es muy jodido". Unas declaraciones que no gustaron nada en la parroquia blanca.