Menú

Francesco Acerbi, el ave fénix del Inter: del cáncer y el alcohol a mandar a casa al Barça

El central italiano superó una depresión, el alcoholismo y un cáncer. Esta última enfermedad le salvó de dejar el fútbol para siempre.

El central italiano superó una depresión, el alcoholismo y un cáncer. Esta última enfermedad le salvó de dejar el fútbol para siempre.
Francesco Acerbi tras marcar el gol en el minuto 93 del encuentro. | Cordon Press

El vuelo de un guerrero. Francesco Acerbi anotó el gol del empate en el minuto 93 del encuentro entre el Inter de Milán y el FC Barcelona para forzar la prórroga. El equipo italiano terminó ganando la eliminatoria y el papel de Acerbi fue muy importante. El futbolista no ha tenido una carrera fácil y la vida le ha puesto varias obstáculos, pero ha ido renaciendo.

En 2012, el fallecimiento de su padre le provocó una profunda depresión y encontró su refugio en el alcohol. Un año después, coincidiendo con su llegada al Sassuolo, de nuevo una mala noticia, le diagnosticaron cáncer. Un tumor de testículos le obligó a operarse de urgencia, y aunque se recuperó aparentemente, volvió a recaer y tuvo que someterse a quimioterapia. Debido a esto, se mantuvo alejado de los terrenos de juego durante un año.

La enfermedad, lo salvó

Durante la depresión, su rendimiento comenzó a bajar y se planteó dejar el fútbol ya que las malas costumbres le habían llevado hábitos insanos. El futbolista estaba hundido, pero el cáncer, aunque suene extraño, le dio luz, pidió ayuda y recondujo su trayectoria profesional: "El cáncer fue mi suerte. Doy gracias a Dios por haberlo tenido. Sin la enfermedad habría acabado jugando en la Serie B o, tal vez, me habría retirado. Sin ella hubiera terminado mal. Nadie me hubiera salvado", ha asegurado en varias ocasiones.

Acerbi sabía lo que era tocar fondo y en el encuentro frente al Barça volvió a resurgir dando aire a su equipo. A los 37 años, marcó su primer gol en Champions de su carrera forzando la prórroga, sin duda uno de los momentos más felices para el central después de los obstáculos superados. Finalmente, el Inter de Milán consiguió clasificarse para la final de la competición europea en la que se enfrentará al Paris Saint Germain en el Allianz Arena.

El hombre del partido

No solo marcó el gol, el futbolista tuvo algunos momentos de tensión y astucia. Con Pedri tuvo sus más y sus menos tirando de veteranía para sacarle del partido y aprovechó que el árbitro estaba de espaldas a la jugada para empujar en seguidas ocasiones al canario. El centrocampista ya había celebrado en la cara el gol de Raphinha que puso el 2-3 en el marcador, pero no pudo con Acerbi.

Además, en el lanzamiento de la pena máxima que puso el 2-0 en el marcador, Íñigo Martínez se dedicó a molestar al lanzador y Acerbi se lo recriminó tras el gol de Çalhanoglu. La reacción del culé fue lanzar un escupitajo al defensa, pero el árbitro no sancionó la acción. Una noche mágica para un ave fénix que podría culminar la temporada levantando La Orejona.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Alta Rentabilidad