
La menstruación es algo que, en mayor o menor medida, afecta física o emocionalmente a todas las mujeres. Cada fase del ciclo menstrual tiene unos efectos en el cuerpo. Por ello, las mujeres deportistas pueden sentir cierta inestabilidad o dificultades a la hora de realizar sus entrenamientos dependiendo del momento del ciclo. Incluso hay momentos del ciclo donde hay mayor posibilidad de lesión… ¿o es un mito?
Ya sabemos que las lesiones, especialmente las de rodilla, en los deportistas tienen más riesgo de producirse durante sesiones de alta intensidad y/o terreno más complejo técnicamente hablando. Sin embargo, un reciente estudio ha investigado la relación entre este tipo de traumatismo y el momento hormonal femenino en el que se encuentre una deportista.
De hecho, desde la FIFA se va a financiar un estudio para investigar si las fluctuaciones hormonales durante los ciclos menstruales podrían estar contribuyendo a un aumento alarmante de lesiones de rodilla en las jugadoras. ¿Por qué van a hacer un estudio ahora sobre eso? Por la reciente "plaga" de lesiones de rodilla en el fútbol femenino, recordemos que entre el año 2024 y el 2025 se han registrado casi 30 casos, 11 en los últimos meses. De hecho, algunas de las últimas en caer han sido Beth Mead del Arsenal, Vivianne Miedema del Manchester City y Sam Kerr del Chelsea sufriendo lesiones graves del ligamento cruzado anterior (LCA). Este proyecto de la FIFA tiene como objetivo analizar si las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual podrían estar contribuyendo al aumento de este tipo de lesiones en el fútbol femenino.
Pero, ¿es cierto que las hormonas tienen relación con las lesiones del LCA? ¿Cuál es la causa? Laura Olmos, doctora de la clínica CEMTRO y especialista en cirugía astroscópica avanzada de rodilla, tiene una idea sobre ello y confirma que una de las causas de lesión del LCA es la hormonal… "durante el ciclo menstrual, en la fase folicular aumentan los estrógenos, siendo máximos en la fase ovulatoria. Este aumento estrogénico se ha relacionado con la disminución de síntesis de colágeno y una mayor laxitud ligamentosa, hechos que parecen favorecer la lesión del ligamento cruzado".
Pero además, Laura Olmos añade "aunque diversas publicaciones señalan que las roturas del LCA en mujeres se producen con mayor frecuencia en estas fases folicular y ovulatoria, otros estudios le atribuyen importancia a la relaxina. Otra hormona que también cambia durante el ciclo, siendo máxima en la fase lútea (postovulatoria)". Hay que tener claro que las mujeres tienen receptores de relaxina en el LCA, que al activarse promueven a las enzimas que degradan el colágeno, denominadas metaloproteinasas (MMPs). Y la doctora nos recuerda que, "estudios in vitro han hallado que la asociación de niveles elevados de estrógenos y relaxina actúan de manera sinérgica, aumentando la expresión de dichas enzimas MMPs y reduciendo la síntesis del colágeno del LCA. Otros autores rechazan la causa hormonal de la rotura del ligamento cruzado".
¿La edad tiene alguna influencia en las lesiones del LCA? En Estados Unidos se ha reportado un aumento del 2,3% por año en lesiones del ligamento cruzado anterior para los niños entre las edades de 6 y 18 años. Pero no solo eso sino que, en general, las lesiones de LCA han aumentado constantemente en los últimos 20 años, con una incidencia anual actual de 200,000.
Pero, ¿en el caso de las mujeres existe mayor riesgo en función de la edad? Según Laura Olmos si, "las mujeres a partir de los 14 años aumentan el riesgo de lesión comparado con los hombres. El pico suele ser la adolescencia e inicio de la edad adulta, entre los 14 y 18 años. Pero se extiende por toda la edad adulta". Recordemos que, cuando llega una edad, las mujeres pierden su menstruación y llega la menopausia.
¿Este periodo afecta a las lesiones del LCA? Según Laura Olmos, "este periodo no se caracteriza por un aumento de frecuencia de lesiones del LCA con respecto a los hombres. Pero, dado el aumento del deporte de la mujer en todos los grupos de edad, se tratan a muchas más pacientes menopáusicas con esta lesión que décadas atrás". Hay que tener en cuenta que, en la menopausia, la mujer tiene un descenso en los niveles de hierro, alteraciones del sueño, aumento de los dolores articulares y tendinosos, síntomas vasomotores (como varices), fatiga, reducción de la densidad mineral ósea (osteopenia, osteoporosis)… relacionado con los cambios hormonales propios de esta etapa.
Pero, tanto en hombres como en mujeres, ¿por qué se produce una lesión del LCA? Un estudio epidemiológico que analiza los principales mecanismos de lesión de LCA muestra que el 53% se produjeron realizando un cambio de dirección. Este cambio de dirección podía ser tanto al lado de la rodilla lesionada, pero también por un cambio de dirección al lado contrario. Se observó que el 26% era aterrizando y también ocurría tras realizar un golpeo de cabeza.
¿Cuál es la relación entre la menstruación y las lesiones de LCA?
Como ha comentado anteriormente Laura Olmos, las mujeres y las niñas tienen un riesgo particularmente alto de sufrir lesiones del LCA, con tasas de 3 a 6 veces mayores que los hombres, especialmente en el momento de la ovulación. Algunas hormonas pueden ser las causantes… El estradiol, la progesterona y la relaxina son las hormonas que se han estudiado en el ciclo menstrual en relación con la laxitud del LCA. Recordemos que el estradiol y la progesterona se encuentran en sus niveles más bajos durante la menstruación al comienzo del ciclo menstrual (días 1-6). El estradiol alcanza su concentración máxima en el momento de la ovulación (días 12-14), con un segundo aumento más bajo en la fase lútea (días 20-24). Por su parte, la progesterona comienza un aumento gradual en la fase folicular tardía justo antes de la ovulación, pero sus niveles más altos se alcanzan en la fase lútea media (días 19-24). pero, ¿qué relación tiene cada hormona con el LCA?
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Hormonas como el estrógeno y la relaxina, que fluctúan a lo largo del ciclo menstrual, pueden afectar la laxitud de los ligamentos y el control neuromuscular.
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Durante la fase ovulatoria, cuando los niveles hormonales están más altos, aumenta la laxitud articular, lo que podría hacer que el LCA sea más vulnerable a lesiones.
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También puede haber una menor activación muscular protectora, especialmente en los isquiotibiales, que ayudan a estabilizar la rodilla.
¿Se pueden evitar estas lesiones de LCA en mujeres?
Como hemos visto, el riesgo de lesiones de rodilla, especialmente del ligamento cruzado anterior, es mayor en mujeres de cierta edad y durante la ovulación. Pero hay maneras de minimizar los riesgos… Una de ellas es un entrenamiento neuromuscular preventivo, es decir, enfocar el entrenamiento en técnicas de salto y aterrizaje, control del valgo de rodilla y estabilidad del core. ¿Cuáles son unos buenos ejercicios en este caso? Por ejemplo saltos pliométricos, equilibrio unipodal, técnica de frenado, fortalecimiento de glúteos e isquiotibiales.
Como no puede ser de otra manera, el monitoreo del ciclo menstrual es clave para identificar los días de mayor riesgo. Y, por supuesto, moderar la carga de entrenamiento en función de la fase del ciclo menstrual. De hecho, durante la fase ovulatoria lo ideal es evitar picos de carga de entrenamiento o pruebas físicas exigentes o juegos decisivos. Según la doctora de la clínica CEMTRO, "se ha planteado monitorizar el ciclo menstrual para identificar las fases del ciclo con mayor riesgo y de esa forma ajustar la intensidad del entrenamiento y prevenir lesiones. Y realizar análisis hormonales a las jugadoras para personalizar las estrategias de prevención". Es importante señalar que muchas deportistas de élite sufren desórdenes menstruales (como la amenorrea o falta de menstruación), y es imprescindible la evaluación y seguimiento individualizado.
¿Tomar anticonceptivos orales puede ser beneficioso para evitar problemas relacionados con el LCA? Algunos estudios han mostrado que los anticonceptivos orales pueden estabilizar los niveles hormonales y reducir la laxitud ligamentosa. No obstante, es algo que debe ser evaluado por un médico. Laura Olmos también añade que "el uso de anticonceptivos orales se ha asociado con una reducción en las concentraciones séricas de relaxina, por lo que aparentemente podría disminuir la laxitud ligamentosa".