En el minuto 12, tras el gol de Oriol Riera para Osasuna, se ha producido una avalancha en el fondo sur del estadio pamplonica, donde se suelen ubicar los Indar Gorris, aficionados del conjunto navarro, justo detrás de la portería que defendía Antonio Adán, portero del Betis.
Al batir Oriol Riera a Adán, portero del Betis, el delantero rojillo se fue a celebrarlo hacia el córner, cuando de repente, cedió el fondo y varios seguidores cayeron al césped. La caída, de apenas un par de metros, dejó a varios aficionados tumbados en el césped, doloridos, y gracias a la rapidez de los cuerpos de seguridad y de los miembros de la Cruz Roja, no hubo problemas mayores.
Los jugadores del Betis colaboraron
Además, incluso jugadores del Betis colaboraron, al ser los que estaban más cerca, y sacaron en brazos a varios de los seguidores de Osasuna que había caído en la avalancha. Jugadores como N'Diaye fue de los primeros, aunque también se vieron a otros como Rubén Castro o Salva Sevilla, llevando a un joven en brazos. Así como las camillas de la Cruz Roja, que se llevaron a los más graves, aunque en principio no revestía problemas más allá que los derivados de contusiones. Finalmente, 10 personas han sido trasladadas por la Cruz Roja al Complejo Hospitalario de Navarra. Mientras que 39 personas han sido atendidas por golpes de carácter leve, según informa el Gobierno de Navarra.
La avalancha vino debido a que la valla del fondo sur de El Sadar había cedido, y eso ha provocado que el partido Osasuna - Betis se haya tenido que parar durante un largo tiempo. En esos minutos han intentando reparar la valla que había cedido, para seguridad de los propios aficionados, y así poder continuar con el encuentro, que justo iba 1-0 a favor del equipo local.
Incluso Patxi Puñal, capitán rojillo, se ha reunido con un miembro del grupo de los ultras Indar Gorris y miembros de seguridad, para pedirles a todos los aficionados colaboración con el fin de que el partido se pueda disputar. El árbitro del encuentro, Juan Martínez Munuera, ha pedido que los aficionados situados en las dos o tres primeros filas abandonen sus sitios para que el partido pueda continuar. Al final, tras 35 minutos, el partido se ha reanudado.