Siete años después, el Sevilla y el fútbol español siguen llorando el fallecimiento de Antonio Puerta, uno de los episodios más tristes de la historia del fútbol español, que marcó por completo a la ciudad andaluza.
El sábado 25 de agosto, Puerta, el prometedor lateral izquierdo del Sevilla, se desvaneció sobre el césped del Ramón Sánchez Pizjuán en el duelo entre el Sevilla y el Getafe, correspondiente a la primera jornada de la Liga 2007/08. Tuvo que ser sustituido a la media hora de partido después de desplomarse y, aparentemente recuperar la consciencia. Tras entrar en el vestuario sufrió un nuevo desvanecimiento que desembocó en una parada cardiorrespiratoria. Los médicos del club lograron recuperar sus constantes vitales gracias al desfibrilador y decidieron evacuarlo en ambulancia.
El martes 28 de agosto de 2007, a las cuatro y media de la tarde, el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla daba a conocer la muerte de Antonio Puerta como consecuencia de los daños cerebrales y "multiorgánicos" provocados por las paradas cardiorrespiratorias que sufrió tres días atrás, después de desplomarse.
La noticia de la muerte del futbolista, de 22 años, supuso uno de los peores momentos que se recuerdan en el fútbol español. El entierro en el cementerio de San Fernando al día siguiente fue una multitudinaria manifestación de dolor y homenaje al jugador de Nervión, que unió a las aficiones de Sevilla y Betis. Todo el fútbol se unió al dolor que sufrió la familia sevillista en aquellas dramáticas horas. Puerta dejaba a una novia embarazada de ocho meses y una conmoción de la que los aficionados tardaron en recuperarse. Portado por sus compañeros, entre lágrimas, el féretro de Puerta salió por última vez del Sánchez Pizjuán.