El Atlético de Madrid es un equipo construido y el Real Madrid está en construcción. Esta diferencia verbal es una de las razones de la victoria de los rojiblancos en el primer derbi liguero del curso (1-2). Los colchoneros juegan sin extravagancias, pero se mueven como pez en el agua, ya sea en la Ribera del Manzanares o en el Santiago Bernabéu. Desde hace tiempo han perdido el miedo al Real Madrid y a su estadio. De hecho, han conseguido que su vecino juegue con una histeria que se contagia a la grada.
El Madrid salió con lo esperado, con el once que ya adelantó el Grupo Libertad Digital, y el Atlético lo hizo con la sorpresa de Raúl Jiménez, desaparecido toda la noche. Cualquier variante o novedad que tratará de realizar Carlo Ancelotti para sorprender a Simeone se fue al traste. Una vez más de la misma manera: a balón parado. En concreto, en un cóner. En el minuto 10, Tiago se adelanta a todos los defensores del Real Madrid y marca de cabeza en el primer palo. Gol casi calcado al de Miranda en la final de la Copa del Rey de 2013 o al de Raúl García en la Supercopa de España hace apenas unas semanas. Cada saque de esquina, desde entonces, hacía temblar a un Bernabéu que murmuraba.
¿De quién o quienes fue la culpa del tanto? Los defensores pueden hacer más e Iker debe intentar salir de debajo del larguero. La afición lo tuvo claro. Culpó a Iker Casillas. Lo hizo porque, desde el tanto inicial, la inmensa mayoría del público pitó al capitán, que ha cumplido quince años desde su debut en la primera plantilla. Esta es su nueva situación, la que tendrá que aguantar y la que él mismo ha elegido porque el debate no es nuevo. El jugador madridista al que más le gusta Simeone, como el propio técnico argentino aseguró en rueda de prensa, empezó a decantar el derbi del lado rojiblanco.
Aún así, el partido del Real Madrid en la primera parte fue bueno. No para tirar cohetes, pero lo suficiente para ser mejor que el Atlético. El peligro de los blancos llegaba principalmente de la banda derecha, donde coincidieron Gareth Bale y un Cristiano Ronaldo que se cambió de costado por iniciativa propia. Desde ahí llegó la primera gran ocasión para el Madrid. Falta que lanza el galés para que haga una gran parada Moyá, que partido a partido está ganándose la titularidad.
Fue en el minuto 24 cuando llegó la jugada del empate. Ronaldo entra en el área y supuestamente es derribado por Siqueira. El luso marcó desde los once metros. Su segundo tanto en liga, en los dos partidos que ha disputado hasta el momento.
El portugués demostró que la decisión de parar quince días ha sido acertada. Su estado físico recordaba al de los mejores tiempos. De sus botas salió el pase a Benzema. Una jugada que pudo cambiar el partido. El francés, solo ante el portero, realizó un pésimo control para acabar desaprovechando uno de los pocos despistes de una zaga, la del Atlético, formidable una vez más.
El partido y su igualdad duró hasta que se agotó el físico del Real Madrid. Y ahí fue cuando surgió la figura de Simeone, que hizo una lectura perfecta de la situación. El técnico argentino decidió quitar a sus guerreros de terracota: Raúl Jiménez, desaparecido en combate, y Gabi. Sin ellos y con este Real Madrid diésel, dio entrada a los dos talentos que estaban esperando su oportunidad. La de destrozar al Madrid, el partido y un derbi más. Y así lo hicieron Griezmann y sobre todo Arda Turan, que dieron un recital.
La obra del francés y del turco duró 30 minutos. El Atlético cambió los tambores por violines, pasó de defenderse a crear un constante peligro en cada uno de sus ataques. Y en uno de ellos, llegó el tanto de la victoria. Jugada por la banda derecha. Griezmann abre a Juanfran, éste centra, Raúl García la deja pasar por debajo de sus piernas y marca Turan. Una obra de arte.
La respuesta de Ancelotti fue tan sorprendente como inoperante: quitar a Arbeloa para meter a Varane. En su defensa está el banquillo. Con la entrada de Chicharito e Isco, sólo estaban Marcelo, Nacho e Illarramendi esperando su oportunidad en el banquillo. Es quizá un ejemplo de la mala planificación. Falta algo de profundidad.
En los últimos minutos, el Atlético sólo tuvo que defenderse. Y ya se sabe que para este equipo eso no supone un problema. Entre el orden de los colchoneros y la falta de idea de los blancos, en los últimos minutos no hubo una sola ocasión.
El Atlético de Madrid no sorprendió a nadie, pero quizá ése es su secreto. Sus armas son más limitadas que las del Real Madrid pero les saca más partido. A ninguno de los dos entrenadores les importaba mandar en la capital. Pero ahora mismo, a día de hoy, domina el Atlético. El Madrid, con tres puntos de nueve posibles, tiene que ampararse a sus grandes estrellas y a que Ancelotti encuentre esa solución que ha prometido.
Ficha técnica
Real Madrid, 1: Casillas; Arbeloa (Varane, m.76) Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Kroos, Modric, James; Bale (Isco, m.71), Benzema (Chicharito, m.64) y Cristiano Ronaldo
Atlético de Madrid, 2: Moyá; Juanfran, Godín, Miranda, Siqueira; Gabi (Arda Turan, m.60), Tiago, Koke, Raúl García; Raúl Jiménez (Griezmann, m.64) y Mandzukic (Mario Suárez, m.76).
Goles: 0-1, m.10: Tiago; 1-1, m.26: Cristiano, de penalti; 1-2, m.76: Arda Turan
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité valenciano). Mostró cartulina amarilla a James Rodríguez (m.19), Chicharito (m.66) y Modric (m.84), del Real Madrid; y a Godín (m.22), Siqueira (m.25), Mandzukic (m.41), Gabi (m.54), Miranda (m.86), Mario (m.89) y Koke (m.90), del Atlético de Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante cerca de 80.500 espectadores. Lleno