Karim Benzema no ha tenido un buen inicio de temporada. El internacional francés, también señalado en su selección, ha tenido un arranque apático, sin partidos reseñables y trabado de cara al gol; justo como los primeros minutos del clásico. Hasta que se quitó ese disfraz y enseñó las uñas.
Benzema, después de errar en dos ocasiones claras, una de ellas con el larguero como enemigo, fue capaz de superar a la defensa blaugrana, desquiciando a Mascherano y Piqué, incapaces de darle caza. Le suelen llover críticas por ser un delantero con poco gol, pero ante el Barça se asoció, corrió, luchó, defendió, fue clave en las contras y molestó al rival. La zaga culé le cedió metros y el francés tuvo el gol como premio.
El 9 del Madrid fue de los jugadores más productivos de la tarde, con un 93 por ciento de efectividad al pase en los 86 minutos que jugó, disparó cinco veces, 3 de ellos a puerta y marcó un tanto. Karim perdió cinco balones, lejos de los 13 que se dejó atrás Messi. "Siempre digo lo mismo de él: Benzema está enchufado, como todos", dijo Carlo Ancelotti. Cuando fue sustituido, Vecchi, el entrenador de porteros del Real Madrid, le dedicó una simpática reverencia.
Al francés se le dan bien los clásicos, ha marcado en los últimos cuatro y ya suma cinco dianas frente al Barcelona en Liga. Con el tanto del sábado, alarga su buena racha. Ante el Liverpool, firmó un doblete que hizo justicia al buen juego desplegado sobre el césped de Anfield.
En su casillero particular, el internacional galo suma ocho tantos – cuatro en Liga y dos en Champions- y cinco asistencias en 13 encuentros. Suma 119 goles en partidos oficiales con la camiseta blanca en seis temporadas y está a dos de igualar la cifra conseguida por Higuaín en siete. El Bernabéu le regaló una merecida ovación.