
El retorno de Griezmann, las palabras de Granero, la situación de una Real Sociedad hundida y el buen ritmo del Atlético en todas las competiciones marcaban la previa del choque en Anoeta, pero viendo el encuentro y sin conocer el contexto de ambos equipos se podría llegar a pensar que el Atlético era el equipo sin rumbo y no la Real. El conjunto vasco le puso más corazón y los rojiblancos firmaron uno de sus peores encuentros de la temporada.
Atlético de Madrid y Real Sociedad arrancaron el partido con muchas imprecisiones. No fue un inicio vistoso, pero a la hora de aprovechar un juego fallón y muy trabado, el experto es el Atlético. Sólo necesitó diez minutos para sacar tajada de un error defensivo rival con una jugada de la factoría atlética. Raúl García peinó un envío aéreo, Juanfran recogió el favor, pero fue nuevamente Raúl el que puso el centro al área para que Mandzukic fusilara al portero en el segundo palo. El croata no luce mucho, pero es un incordio para cualquier defensa y más para una llena de dudas como la de la Real Sociedad.
A falta de un recambio oficial en el banquillo y con muchos miedos tanto en ataque como en defensa, el conjunto vasco tiró de corazón para nivelar la contienda. El Atlético no puso freno al ímpetu local, la defensa notó la mala noche de Miranda y a los cinco minutos de adelantarse, el equipo de Simeone perdió su ventaja. Carlos Vela buscó la portería de Moyá con un disparo lejano aunque colocado y el portero rojiblanco se vio sorprendido por el mexicano. Empate a uno en el luminoso y la Real, herida en su orgullo, pasó las dudas al Atlético.
Tardó mucho el equipo de Simeone en recomponerse. Perdió el centro del campo ante la presión alta y continuada de la Real Sociedad, se mostró débil atrás y se vio superado de tal manera que dio gracias al colegiado por no darle la puntilla momentánea con un penalti de Godín a Carlos Vela que Álvarez Izquierdo entendió como piscinazo. El árbitro falló en su decisión y el Atlético respiró merced a esa decisión y a la salvadora acción de Godín pocos minutos después salvando un gol que parecía cantado de Agirretxe tras un error garrafal de Miranda.
Con malas sensaciones se retiró el Atlético a los vestuarios y con peores salió de él. Siqueira vio dos cartulinas amarillas en menos de tres minutos y ahí despareció el conjunto de Simeone para dejar paso a una Real Sociedad más intensa y con más alma que sus adversarios. Pese a ello, el campeón siempre tiene una bala en la recámara y con 1-1 en el marcador, Mandzukic desaprovechó un gran asistencia de Ansaldi, que entró al campo por Siqueira. No tuvo más opciones el Atlético que echó de menos la mejor versión de hombres como Koke o Miranda.
Hubo polémica en la primera mitad y también en la segunda. Tres penaltis pidieron los vascos, dos en el segundo acto, pero Álvarez Izquierdo no quiso meterse en más problemas para desgracia de los locales y para beneficio de los visitantes. Simeone no movió el banquillo al entender que lo que tenía le valía para firmar, como mínimo, un empate y la jugada no le salió bien. Tardó mucho en llegar el segundo de la Real, pero llegó en el 82'. Agirretxe cabeceó a gol una gran asistencia de Zaldua y le sacó los colores, aún más, a un desacertado Miranda.
En los minutos finales sólo dio tiempo a ver a una Real asustada ante la idea de quedarse sin la victoria, a un Atlético agotado y a Griezmann recibiendo una sonora pitada de la que fue su hinchada. La Real Sociedad respira y espera con una sonrisa a su nuevo técnico mientras que el Atlético se marcha al parón liguero con su segunda derrota de la temporada y sin poder aprovechar el fallo de sus rivales en la tabla.