Sólo tiene 19 años, pero José María Giménez lleva tiempo golpeando la puerta de la titularidad en el Atlético de Madrid. Ha tenido pocos minutos en el cuadro de Simeone desde que llegó a la ribera del Manzanares en la temporada 2013/2014 y se ha ganado el respeto de la afición con Uruguay donde ha disputado muchos más encuentros que en el Atlético. El Mundial fue su confirmación con la selección de Tabárez.
Apenas tres encuentros en dos temporadas es el bagaje de Giménez en el Vicente Calderón. En el presente curso ha disputado un único encuentro y lo hizo como titular ante el Espanyol sustituyendo precisamente a Joao Miranda. El pasado año sólo jugó dos encuentros, uno de Liga ante el Almería (2-0) y en Copa frente al Sant Andreu (2-1), ambos en el Calderón.
Nadie duda en el Atlético de la calidad del central uruguayo. Es joven, con mucho margen de mejora y siempre ha respondido cuando ha tenido que entrar en el once, pero la pareja Godín-Miranda es inamovible. Uruguayo y brasileño forman una de las mejores zagas del mundo y Simeone los considera fijos en su esquema. A este hecho hay que sumarle que Toby Alderweireld fue el tercer central del Atlético el curso pasado.
La evolución de la lesión de Miranda marcará el número de partidos de los que dispondrá Giménez para demostrar su valía. Su seguridad, contundencia y capacidad goleadora son sus mejores armas para convencer al Cholo. Parece muy difícil que le quite el puesto a Miranda independientemente de su rendimiento, pero el charrúa sabe que en un futuro no muy lejano podría ocupar el sitio que deje alguno de sus compañeros.