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Liga

Un Madrid vulgar pierde ante un Valencia que sólo quiso jugar 45 minutos

La racha de 22 victorias consecutivas se termina tras un mal partido del Madrid. Barragan y Otamendi remontaron el tanto de Ronaldo de penalti.

Se acabó la racha. Y méritos hizo el Real Madrid para que sucediera. Después de casi cinco meses, perdieron un partido y es que sin intensidad, esta temporada es altamente complicado ganar en Mestalla.

Partido hubo obviamente durante 90 minutos, pero fútbol sólo en la segunda mitad, cuando el Valencia decidió olvidarse de dar patadas y del árbitro, que por cierto, tuvo una actuación a la altura de los jugadores del Real Madrid: penosa. Después del descanso, el equipo de Nuno decidió en definitiva jugar al fútbol y demostraron que son capaces de ganar a cualquier equipo. Porque si eres capaz de vencer al Madrid, eres capaz de competir con quien sea.

La primera mitad fue horrorosa para el espectador. El partido lo tenía todo para ver un gran espectaculo, dos equipos enrrachados y con excelentes futbolistas pero el encuentro se movió siempre por el camino de la polémica. Hasta el descanso, hubo tres disparos a puerta. Uno del Valencia en el minuto 44 y desde unos 25 metros y dos del Real Madrid. Un gol cantado que falló Ronaldo tras regatear a Diego Álves y el penalti que transformó el portugués. Su octava pena máxima y su gol número 26 en liga. Pero hubo más del doble de amarillas que disparos a puerta. En total, siete cartulinas y sólo en la primera mitad.

3 disparos y 7 amarillas en 45 minutos

Y la mayoría de las amarillas se produjeron por acciones que no tenían nada que ver con patadas duras, que las hubo y bastantes. Gil Manzano tiene que mejorar este apartado. Manos si, protestas si, entrar al campo antes de tiempo como le pasó a Gayá son dignas de una tarjeta pero entradas fuertes no. La acción del primer tanto llegó en el minuto 12 tras unas manos dentro del área de Negredo. El panalti era claro pero todo Mestalla se indignó y se volcó en una frustración contra el árbitro que impidió ver algo de fútbol. Con el único tanto de Ronaldo, se llegó al descanso y ya era demasiado premio para el Real Madrid.

La segunda mitad fue otra película y la historia del partido cambió pronto. A los seis minutos, Orbán, que realizó un gran partido, combina con Gayá y este se la cede a Barragan que con fortuna, ya que su disparo lo desvía Pepe, marca el tanto del empate. El lateral no marcaba en primera división desde el 18 de marzo del 2007 con el Deportivo de la Coruña. Empató el Valencia cuando dio prioridad al fútbol y al Madrid le tocó demostrar que estaba a la altura de un más que digno rival y para nada lo hizo.

La reacción del equipo de Ancelotti no se produjó y sólo hubo una opción para el 1 a 2. Una acción de pillería por parte de Benzema y de extremo egoísmo por parte de Gareth Bale. El galés demostró que le cuesta levantar la cabeza con la pelota en los píes -increíble- y que se le olvida que lo importante es el conjunto y no el éxito individual. Tras una gran cabalgada, Bale se plantó ante Diego Álves junto a Benzema. El pase de la muerte era claro pero no quiso asistir. Fue una jugada clave porque a los dos minutos el Valencia marcó el 2 a 1.

Bale no pasó y el Valencia marcó

Otamendi fue decisivo en la victoria. Salvó el gol de Bale al quitarle el balón en el último suspiro y en el área contraria, venció a Ramos en un córner cuyo remate de cabeza acabó en el fondo de la red. Ancelotti movió el banquillo dejando un mensaje en el aire. Con el marcador en contra, quitó del campo a Bale, quien seguro no estaba de acuerdo con esta decisión. Quine sabe si por no haber asistido a Benzema.

Perdiendo tampoco se produjo reacción alguna del Real Madrid. Hubo un remate de cabeza de Isco que salvó Diego Álves, pero nada más. Y en este sentido, hay que criticar a Ronaldo al que hay que pedirle que aparezca en los momentos complicados y no sólo de penalti. La derrota es justa y es que este Valencia va en serio. Han ganado al campeón de liga, al campeón de Europa y con el Barcelona perdieron en el último minuto.

Peter Lim está construyendo un equipo ganador, algo que no se veía en la ciudad desde hace muchos años. Se mueven bien en el césped y en los despachos. Por ejemplo, han cambiado a Mathieu por Otamendi y han ganado 8 millones de euros con la operación. Y el último en llegar ha sido Enzo Pérez que le viene de lujo al centro del campo con la garra del argentino.

Que había ganas de vencer al Madrid y que la racha que han logrado es increíble se demuestra con lo sucedido tras el pitido final cuando el Valencia celebra los tres puntos como si hubieran ganado la Champions. Y ojo al mes de enero que se le presenta al Real Madrid.

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