El Santiago Bernabéu ha dictado sentencia. En los prolegómenos del partido ante el Getafe (7-3), último de la temporada y en el que ni el Real Madrid ni los azulones se jugaban nada, Iker Casillas fue recibido con silbidos al salir a calentar, mientras que la parroquia blanca dedicó una ovación al técnico Carlo Ancelotti, que seguramente no seguirá la próxima temporada.
Al italiano, que tuvo que ver el partido desde el palco al tener que cumplir el segundo de los dos partidos de sanción que le impuso el Comité de Competición, le podrían comunicar en las próximas horas su despido del Madrid pese a que aún le queda un año más de contrato.
También Casillas puede seguir sus pasos, aunque su futuro ahora mismo está en el aire.
En definitiva, la situación vivida en los prolegómenos del Real Madrid-Getafe puede resumirse de la siguiente manera: hubo más pitos que aplausos para Casillas, mientras que en el caso de Ancelotti fue a la inversa.
Casillas acabó siendo aplaudido
No obstante, la situación en torno a Iker cambió una vez ya arrancado el partido. El guardameta volvió a escuchar silbidos cuando encajó los tres goles del Getafe, que fueron contrarrestados rápidamente con aplausos y que acabaron en cerrada ovación al final.
Se escuchó en varias ocasiones de nuevo el tan socorrido en el pasado "Iker, Iker, Iker" cada vez que realizaba una parada salvadora, como una que realizó ante Pablo Sarabia, y finalmente la mayoría de seguidores madridistas se pusieron en pie para dedicarle una ovación.