Javier Mascherano ya conoce el precio de sus problemas con Hacienda. El centrocampista del FC Barcelona ha aceptado un año de cárcel por un fraude fiscal de más de 1,5 millones de euros correspondientes a sus derechos de imagen en 2011 y 2012. En el juicio de conformidad, ha solicitado al juez que sustituya la pena de prisión por una multa aparte de los 816.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
La vista en la Audiencia de Barcelona ha durado poco más de diez minutos. Mascherano ha reconocido los dos delitos contra la Hacienda Pública que le atribuían tanto la Fiscalía Anticorrupción como la Abogacía del Estado. En el pacto han participado el conjunto de las partes personadas. El presidente del tribunal encargado del juicio, Jesús María Barrientos, resolverá en los próximos días sobre si esta pena de cárcel finalmente se le suspende o se le sustituye por una multa.
En la sentencia, el Tribunal detalla la condena: cuatro meses de cárcel y una multa de 235.000 euros por haber ocultado los ingresos en IRPF de 2011 y otros ocho meses de prisión y 581.000 euros por el mismo delito correspondiente al ejercicio consecutivo. Javier Mascherano ya había reconocido estos delitos el pasado 29 de octubre durante su comparecencia como investigado ante el Juzgado de Instrucción Gavà (Barcelona). Entonces reingresó los 1,5 millones defraudados más intereses.
Tal y como sostenía la acusación, Mascherano, asesorado por expertos fiscales, empleó "formas y sedes jurídicas elegidas con extremada precisión", que incluyen sociedades en paraísos fiscales. Seguía una doble estrategia: no declarar rentas obtenidas de Nike a través de una sociedad domiciliada en Estados Unidos y simular la cesión de sus derechos de imagen a una entidad puramente instrumental radicada en Madeira (Portugal).
Carta de Mascherano
El futbolista azulgrana publicado en sus redes sociales una carta firmada después de conocer la sentencia. Su intención era "alcarar algunas cuestiones ligadas a las últimas noticias" sobre su persona:
"En el día de hoy he llegado a un acuerdo con Hacienda de España, con sentencia firme y aprobación de todas las partes. Así, una vez resuelta la parte legal y con la tranquilidad de tener regularizada mi situación fiscal, quiero hacer un breve descargo".
Mascherano asegura en el escritos que, tras fichar por el Barcelona, contraró a un "prestigioso Estudio Fiscal Español" para que condujeran su relación con Hacienda: “Fui asesorado por dichos profesionales desde el año 2010 hasta el 2014, cuando decidí cambiar de Estudio ante el proceso que se había iniciado en mi contra y con evidencias de que mi problema era ya no potencial sino una realidad".
Según el argentino, siempre le aseguraron que actuaba dentro del marco legal. Cuando cambió de asesores, el nuevo equipo le recomendó "pagar los impuestos reclamados por Hacienda, presentando lo que se llaman “rectificaciones" sobre todos los ejercicios fiscales”.
"Soy un deportista profesional, no tengo grandes conocimientos de cuestiones impositivas ni legales. Por lo tanto, debo apoyarme en gente que sí maneja estos temas técnicos y, para mi, complejos. Durante toda mi carrera fui una persona honesta y responsable, respetando a mis compañeros, a los clubes a los que representé y a los países donde me tocó vivir", subraya Mascherano en su carta.
Por último, insiste en que se toma la situación como una experiencia más de la que sale "fortalecido y tranquilo", aunque se reserva “la posibilidad de accionar contra aquellos que me asesoraron mal recomendándome algo que no era correcto.