En Los hombres de Lucho, un documental producido por el FC Barcelona, se muestra la cara oculta del trabajo diario de Luis Enrique Martínez y de sus 27 colaboradores, sesiones que muchos días se inician a las 7 de la mañana con la llegada del equipo técnico en bicicleta a la ciudad deportiva Joan Gamper.
Durante la presentación del documental, que se emitirá el 31 de mayo simultáneamente en Barça TV y en TV3, el vicepresidente de media del club, Manel Arroyo, ha alabado el trabajo periodístico y ha asegurado que el ejercicio es "como desvelar la fórmula secreta de la Coca Cola".
Todo nace a principios de curso, cuando Luis Enrique se compromete a dar una única entrevista a los medios del club y acaba por proponer la realización de un documental para que el gran público conozca a su equipo técnico y también a los colaboradores que no suelen aparecer en los medios de comunicación.
El núcleo duro de sus colaboradores los forman el segundo entrenador Juan Carlos Unzué, el técnico Robert Moreno, el preparador físico Rafael Pol, el psicólogo Joaquín Valdés y el auxiliar técnico Joan Barbarà.
Los cuatro primeros más Luis Enrique llegan muchas mañanas en bicicleta a la Ciudad Deportiva a las siete de la mañana, un paseo de 20 kilómetros en el que empiezan a diseñar estrategias y a desentrañar situaciones del día a día del equipo.
"Cuando voy en bici, en muchas ocasiones encuentro soluciones a problemas", asegura Luis Enrique, que muestra en el documental una imagen amable, muy alejada de la que suele mostrar en las comparecencias públicas.
En la oficina de los técnicos, presidida por una foto del Celta de Vigo, destaca un enorme plafón con la planificación de todo el curso: partidos, sesiones de entrenamiento y de descanso...
"Es una tarea de chinos, algo que solo podría hacer (Juan Carlos) Unzué, un tío que parece que no duerme, que está siempre en la oficina, preparando estrategias", dice Luis Enrique. Unzué es su mano derecha, su amigo.
Robert Moreno es el encargado del seguimiento de los rivales, quien coordina a un grupo de cuatro ojeadores que se encargan del análisis de los equipos contrarios. En la oficina de éstos llama la atención un rótulo colgado en el corcho y que define la manera de trabajar: "Puedes conseguir resultados o (dar) excusas, pero no las dos cosas".
El preparador físico es Rafael Pol. "Es muy joven, pero tiene mucha experiencia. Estuvo ya conmigo en Roma con 24 años. Es uno de los cracks del staff", en palabras de Luis Enrique. Pol, además de la preparación física, se encarga de la coordinación con los dos médicos del equipo: Ricard Pruna y Xavier Yanguas.
También lleva con Luis Enrique desde el principio de su carrera Joaquín Valdés, "un psicólogo para los jugadores y entrenadores" y que en su presentación como técnico del primer equipo llegó a ofrecer irónicamente sus servicios a los periodistas.
El quinto colaborador es Joan Barbarà, un auxiliar técnico que se encarga del seguimiento del equipo filial y también de los jugadores cedidos.
Luis Enrique admite que no lee la prensa ni escucha los programas de radio. "Todo me lleva muchas horas. Lo importante es que aquí damos la mejor versión de cada uno. He aprendido siempre de todos los entrenadores que he tenido, de los muy buenos, de los buenos, de los malos y también de los muy malos", asegura.
El secreto del éxito para el entrenador del Barça es tener "a los mejores jugadores y disponer de los técnicos absolutamente involucrados en el proyecto".
En el documental aparecen desde los encargados del material, hasta las encargadas del comedor, el equipo de prensa del primer equipo, el responsable de seguridad, el de la oficina de Atención al Jugador o el delegado del equipo, Carles Naval, toda una institución en el club catalán y que lleva en el club desde 1972.