En la tarde del domingo saltaba la noticia en las gradas de Vallecas. Dos insólitos seguidores se colaban entre los hinchas vallecanos de pro para mostrar su total apoyo a la afición rayista en el Caso Zozulya. Se trata de el tercer teniente de alcalde de Carmena, Mauricio Valiente, y el líder de IU, Alberto Garzón.
El propio Garzón, que en una de las varias fotos que circulan por las redes sociales posa junto al periodista Quique Peinado, ha asegurado que fue al partido para apoyar a la afición del Rayo "en estos momentos en los que atacan sus actos de dignidad".
En un vídeo publicado en Facebook desde Vallecas, Garzón subraya que los aficionados rayistas han sufrido "unos cuantosataques por parte de los que consideran normal que haya una persona neonazi en un equipo de fútbol".
Además de defender a la afición rayista que se oponía a la llegada de Zozulya, Garzón va más allá ydefiende a los 8 miembros de la peña Bukaneros y a los 2 de la plataforma ADRV –engloba a varias peñas rayistas– a los que Javier Tebas interpuso una querella criminal por coacción, tras increpar estas 10 personas a Zozulya en su primer –y único– entrenamiento con el Rayo.
Garzón asegura que todos esos aficionados hicieron "todo tipo de presión legítima y muy clara para decir que no les parece bien que haya un jugador de fútbol de su equipo que sea neonazi". "Es una acción digna, legítima y hemos venido a apoyar la afición, que está demostrando un comportamiento ejemplar con una pancarta que dice: 'Vallecas somos los diez", asegura Garzón.
Por último, Garzón cargó las tintas contra el presidente de la Liga de Fútbol profesional, Javier Tebas, al que calificó como "reconocido ultraderechista que públicamente ha dicho que se identifica con Fuerza Nueva".
La presencia de Garzón y Valiente en las gradas de Vallecas no trajo suerte al Rayo, que perdió 1-2 ante el Mirandés. Una derrota que trajo como consecuencia la destitución de su técnico, Rubén Baraja.