Nuevo lío en Balaídos. Dos meses después de desprenderse una placa de uralita del estadio vigués por culpa del viento, obligando así a aplazar el partido liguero entre el Celta y el Real Madrid —aún no hay fecha para la celebración del choque debido a la presencia de ambos clubes en competiciones europeas—, este lunes se producía un reventón en el sistema de riego del césped, apenas unos minutos antes del duelo frente a la UD Las Palmas.
La tubería rota en mitad del terreno de juego provocó un charco de agua marrón que escondía un agujero de considerables dimensiones a tan sólo una hora del pitido inicial.
Los operarios del estadio de Balaídos lograron drenar la zona y tapar el agujero con tierra para que Celta y Las Palmas pudieran saltar al terreno de juego y disputar sin riesgo su encuentro, que cierra la vigésimo novena jornada de LaLiga Santander.