Antoine Griezmann fue expulsado este sábado en el partido contra el Girona, con roja directa, por llamar "cagón" al árbitro Juan Martínez Munuera, según se recoge en el acta del colegiado que dirigió el estreno liguero del Atlético de Madrid (2-2).
A los 66 minutos, Griezmann vio la amarilla al entender el colegiado murciano que simuló un penalti ante Gorka Iraizoz. El francés le llamó al colegiado "cagón" por no pitar la pena máxima, y Munuera no titubeó, mostrándole la roja directa y haciendo que el 7 colchonero sufriera la primera expulsión en su carrera profesional.
Después del partido, que el Atlético consiguió empatar pese a ir por debajo en el marcador (2-0) y jugar con un hombre menos, Griezmann acudió al vestuario del colegiado para pedirle perdón, buscando el atenuante de arrepentimiento espontáneo que figura en el artículo 10 del Código Disciplinario de la Federación Española de Fútbol (RFEF).
Lo normal es que el Comité de Competición de la RFEF suspenda a Griezmann con dos o tres partidos, aplicando el artículo 117 de su Código Disciplinario. "Dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes se menosprecio o de desconsideración, siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes", señala el mencionado artículo.
En una aplicación más rigurosa de la norma, el francés podría ser suspendido hasta por cuatro partidos si el Comité se remite al artículo 94 del Código Disciplinario: "Insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos".