No está el horno para bollos en el Málaga. Con el técnico Míchel al borde de la destitución, ahora es uno de los jóvenes futbolistas del equipo, el marbellí Javier Ontiveros, quien está protagonizando un acto de indisciplina que de momento le está saliendo muy caro.
El joven extremo, de 20 años y que este año había terminado de dar el salto al primer equipo, fue cazado en la noche del martes al miércoles en la discoteca Mae West de Granada, unas pocas horas después de la abultada derrota contra el Valencia en Mestalla (5-0), e incluso algunas voces apuntan que "cerró el local". El jugador disputó media hora de ese encuentro al entrar al campo a los 61 minutos en sustitución de Rolón.
La salida nocturna de Ontiveros llegó a oídos de la dirección deportiva del club, que encabeza Francesc Arnau, y tanto ésta como el cuerpo técnico de Míchel acordaron apartar al jugador del equipo de manera temporal, hasta que el jugador dé muestras de que es capaz de centrarse en el fútbol, en un momento tan delicado para el equipo (el Málaga es colista de LaLiga Santander, sin haber logrado un solo punto en las cinco primeras jornadas y con un balance de un gol a favor y once en contra).
De momento, Ontiveros ha entrenado en solitario este jueves, al margen del grupo, y a buen seguro que Míchel no contará con él en el próximo partido, el sábado frente al Athletic de Bilbao en La Rosaleda (18:30 horas).