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Liga

El Atlético se cura las heridas en Vigo (0-1)

Un gol de Gameiro dio la victoria a los hombres del Cholo que fueron inferiores al Celta. Polémica mano de Gabi y gran partido de Oblak.

Un gol de Gameiro dio la victoria a los hombres del Cholo que fueron inferiores al Celta. Polémica mano de Gabi y gran partido de Oblak.
Saúl, uno de los pocos que estuvo a la altura en Balaídos | EFE

"No soy médico", dijo Simeone en la previa cuando le comparaban a su equipo con un enfermo que busca una cura rápida para sus males. Según la versión del Cholo su equipo no tiene problemas de salud, pero lo que debe reconocer el técnico argentino es que al menos cojea. El Atlético no anda al ritmo que lo suele hacer y si no está enfermo como mínimo tiene una herida que le hace dudar pese a ganar.

En Balaídos, el Celta fue superior al Atlético de Madrid con 80 minutos de dominio que no se tradujeron en gol porque en la portería contraria estaba San Oblak. Es la única estrella rojiblanca que está brillando actualmente y, si no fuese por él, Simeone sí se vería obligado a meter el bisturí. El esloveno convierte el mal juego en oficio.

Vigo le da suerte al Atlético y allí se curaron las heridas los madrileños. Otra razón más para ver que Balaídos es talismán para los colchoneros es que ni siquiera las jugadas polémicas le perjudican en suelo celeste. Una mano muy discutida de Gabi en la segunda parte que hubiese supuesto penalti y expulsión favorable al Celta se marchó al territorio de los "y si" porque el colegiado entendió que era evasiva y no invasiva.

Gameiro, decisivo como ‘9’

Hay cosas que no terminan de cambiar en el Atlético de Madrid, como, por ejemplo, los malos inicios de partido, pero sí lo hace el equipo de Simeone cuando tiene un delantero referencia. Independientemente de que los primeros 25 minutos de partido fueran claramente para el Celta, el Atlético tuvo la sensación de que si mantenía la portería a cero acabarían llegando las oportunidades y todo ello por el cambio en el sistema de juego.

Concretamente y para definir las variaciones en el Atlético hablamos de tres hombres que, gracias a uno de ellos, vieron campo abierto tras partidos en los que poco o nada veían en el horizonte. La presencia de Gameiro despertó el lado más anárquico de la pareja Griezmann-Correa y con libertad para los dos últimos, el primero dio sentido teórico y práctico a tener un ‘9’ sobre el terreno de juego. Bien es cierto que la armonía de los tres atacantes sólo se vio a partir del 0-1 y desaparecía en la segunda parte.

El tanto de Gameiro en el 28’ aprovechando un balón dividido en un córner evitó que el Celta siguiese dominando el partido y ese fue el punto de inflexión que el Atlético necesitaba para quitarse el lastre que acumulaba en las últimas semanas. Gol del francés, oxígeno en los pulmones colchoneros y breves minutos con cambio de imagen del equipo de Simeone.

El final de la primera parte dejó muy satisfechos a los visitantes y con cara de resignación en los vigueses. Merecieron más, sobre todo con un cabezazo de Sergi Gómez y varias acciones de Sisto y Aspas. El problema para ellos es que el Atlético recuperó contundencia, palabra que se ha hartado de repetir Simeone en los últimos días.

San Oblak y Gabi desesperan al Celta

No duraron nada las buenas sensaciones registradas por el Atlético una vez lograron adelantarse en el marcador y en la segunda parte, el único que apareció para dar un golpe sobre la mesa en el equipo colchonero fue Oblak. Gameiro y Griezmann desaparecieron, Correa fue intermitente y sólo la defensa dio el nivel esperado. Con ese contexto, el Celta dominó, propuso, creó, fabricó, pero no marcó y eso lo condenó.

La grada de Balaídos vio como todo su arsenal ofensivo se topaba una y otra vez con Oblak o con los elementos. Uno de ellos fue el larguero, otro el criterio del colegiado. Con 0-1 en el marcador y con una amarilla ya en el casillero del capitán rojiblanco, Gabi cortó una pelota con la mano y Munuera Montero, reglamento bajo el brazo, consideró que la acción era evasiva, no invasiva. El penalti no se decretó y el Atlético, cojera incluida, siguió por delante en el marcador hasta el final resistiendo los continuados ataques locales.

El camino hacia la victoria del cuadro madrileño dejó por el camino la ausencia de continuidad de los delanteros en el Atlético (Gameiro fue cambiado en el minuto 60), la omnipresencia de Oblak, la apatía de Gaitán, el bajo nivel de Griezmann y la falta de "mala leche" gallega para ser contundentes. Sí lo fue el equipo de Simeone que sin brillar firma números de aspirante al título. Siguen invictos con cinco victorias y cuatro empates. Los grandes cojean así.

Ficha técnica:

RC Celta de Vigo, 0: Sergio; Hugo Mallo, Cabral (Emre Mor, min. 71), Sergi Gómez, Jonny; Tucu Hernández, Lobotka, Wass (Guidetti, min. 71); Sisto, Maxi Gómez, Aspas

Atlético de Madrid, 1: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Lucas; Correa (Filipe Luis, min. 87), Gabi (Jiménez, min. 65), Thomas, Saúl; Gameiro (Gaitán, min. 60), Griezman

Goles: 0-1 Gameiro, min. 28

Árbitro: José Luis Munuera Montero (colegio andaluz). Amonestó a Jonny, Cabral y Tucu Hernández por parte del Celta; a Savic, Saúl, Gabi, Juanfran y Thomas por parte del Atlético de Madrid

Incidencias: partido correspondiente a la novena jornada de la Liga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 12.879 espectadores. El club no abrió la grada lateral de Río por motivos de seguridad. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los incendios que quemaron Galicia el fin de semana pasado.

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