Michael Robinson, comentarista de Movistar +, fue uno de los protagonistas del programa Chester emitido por Cuatro y presentado por Risto Mejide.
El inglés, que lleva años instalado en nuestro país, exfutbolista de Osasuna y Liverpool, entre otros, explicó varias anécdotas y habló de su relación con el club navarro.
Sobre las críticas que recibe por sus narraciones, en las que muchos le acusan de antimadridista, Robinson explica que ha tenido problemas tanto en la Ciudad Condal como en la capital de España.
"Tengo el curioso estatus que en Madrid soy culé, en Barcelona soy madridista y en Valencia, pues depende de quién va primero".
La respuesta que más llamó la atención fue cuando habló de Osasuna. Robinson tiene una espina clavada con el club navarro, que jamás perdonará: "Cuando volví al Sadar como comentarista de Canal+, pedí al club que mi hijo saltara al campo con la camiseta rojilla y de la mano del capitán. Cuando estaba en el túnel de vestuario ya de la mano de Iñaki Ibáñez, el delegado les separó e impidió a mi hijo salir. No sé qué diablos hice tan mal para que me tengan tanta manía y llegarle a hacer eso a mi hijo. A mí puede machacarme, dejarme cojo, pero a un niño de siete años... No he sido capaz de perdonárselo".
Robinson, a pesar de ser inglés, se siente muy español. Tanto que recuerda con especial cariño el gol de Iniesta que nos dio el primer mundial de nuestra historia: "Fue maravilloso y muy especial porque aquel año me había dicho 'estoy acabado, no me encuentro'. Venía de una lesión y decía 'yo no sirvo para esto. Soy el clásico futbolista, que ha llegado al Barcelona, he tenido 18 meses muy bien, pero ya no sirvo para eso'. Él es riquísimo porque es una persona adorable".