El sevillano tuvo que abandonar el partido ante el Eibar durante cinco minutos, dejando a su equipo con diez porque Zidane ya había hecho los tres campos, para aliviar sus necesidades fisiológicas.
Joaquín respira arte por los cuatro costados. El andaluz da luz a su Betis, aunque en ocasiones, es tal su intensidad que sus compañeros pagan las consecuencias.