Cada día que pasa el futuro de Antoine Griezmann parece más culé. El delantero galo, como en su día adelantó Libertad Digital, será jugador del Barcelona la próxima temporada.
El galo, que ha hecho las paces con la afición rojiblanca para vivir un final de temporada lo más tranquilo posible, no pierde el tiempo.
Como adelantó Catalunya Radio, la mujer de Griezmann, Erika Choperena, aprovechó la semana pasada la disputa del Barcelona-Atlético para viajar a la Ciudad Condal y reunirse con una agencia inmobiliaria que le ofreció varias zonas residenciales.
Junto a la playa, Castelldefels, a 23 kilómetros de Barcelona, donde viven futbolistas como Messi, Luis Suárez o Coutinho; Pedralbes, el lugar donde viven Piqué, Dembelé y lo hacía Neymar. Siempre lugares en las afueras y no en el centro, donde por ejemplo se ha mudado Ter Stegen. Ninguno terminó de convencer a Erika, que busca en Barcelona un lugar como La Finca, urbanización ubicada en Pozuelo.
A pesar de que Griezmann sigue diciendo de cara a la galería que no sabe lo que pasará la temporada que viene, su decisión está tomada. Ya no se esconde. El diablo galo será jugador del Barcelona, siempre y cuando Erika encuentre alguna zona en la Ciudad Condal que se ajuste a sus necesidades, claro.