
Santiago Solari se hará cargo de manera interina de la primera plantilla del Real Madrid. El argentino toma las riendas de manera provisional, veremos hasta cuándo –lo que es seguro es que dirigirá al equipo ante el Melilla y seguramente también contra el Real Valladolid–, y en su mano está revertir la situación actual.
A sus 42 años, toda su carrera como entrenador se ha desarrollado en las categorías inferiores del conjunto merengue. Su primer desafío fue en la temporada 2013-14, cuando debutó como entrenador dirigiendo al Cadete B. Al año siguiente, entrenó al Cadete A y volvió a conseguir el campeonato tres jornadas antes de su conclusión. Para la nueva temporada volvió a ascender de categoría y dirigió al segundo equipo juvenil. Desde la temporada 2016-2017, Solari dirige al Real Madrid Castilla en la categoría de bronce del fútbol español, en Segunda División B.
Solari, que estuvo cerca de ser sustituido la pasada temporada en el Castilla, toma los mandos de un Real Madrid que necesita un lavado de cara importante. El argentino es el mentor de Vinicius, y aunque parezca mentira, ese es uno de sus principales avales para que le den la gran oportunidad de su vida. Formador de jugadores, Florentino dará la alternativa, por lo menos de manera eventual, a un entrenador que ha tenido a sus órdenes algunos de los jóvenes talentos merengues como Reguilón o Fede Valverde.
En cuanto al estilo, a Solari le gusta que sus equipos sean protagonistas con el balón a través del fútbol combinativo, pero tampoco tienen un sello, una identidad definida. Por lo visto, sus equipos no dan la impresión de estar muy trabajados tácticamente ni de que tengan unos automatismos reconocibles. Podríamos definirlo como un Vicente Del Bosque argentino. Santiago, que ha estado muchos años como jugador en vestuarios de equipos grandes, intentará aprovechar su experiencia para lidiar con los miuras del Real Madrid. Habrá que ver si lo consigue.