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En Pucela trinan contra Griezmann: consideran su baile una inaceptable falta de respeto

En el Real Valladolid no están nada contentos ni con el delantero galo del Atlético ni con el VAR. 

En el Real Valladolid no están nada contentos ni con el delantero galo del Atlético ni con el VAR. 
El baile de Griezmann en la cara de los jugadores del Real Valladolid | EFE

Aguas bravas bajan este lunes por la orilla del Pisuerga a su paso por Valladolid. En Pucela aún escuece el gesto de Griezmann del pasado sábado. Tampoco entienden en la ciudad de José Zorrilla la alterna utilización del VAR por parte del colectivo arbitral.

El pasado sábado, Undiano Mallenco, a través del VAR, pitó una pena máxima a favor del Atlético por mano de Kiko Olivas. Cuando hizo el 0-2 del Atleti en Zorrilla ante el Valladolid desde el punto de penalti, Antoine Griezmann se marcó un baile inédito a golpe de cadera en el propio punto de la pena máxima que no sentó nada bien a sus rivales.

Uno de los pesos pesados del vestuario blanquivioleta, Míchel, en declaraciones post partido, dejó claro que el gesto de Griezmann no era plato de buen gusto para ellos: "En el baile se podía haber escorado, como se hace siempre, y no hacerlo ahí en el punto de penalti, en nuestra cara y con el cabreo lógico por el 0-2 y con la polémica del VAR. En caliente esa acción puede desembocar en un poco de furia".

La gente del Real Valladolid, tanto dentro del club como en su entorno –aficionados y prensa– no pasan por alto el bailecito del diablo galo. Muchos lo consideran una falta de respeto. Un gesto que podía evitarse y que sucede en la cara de los jugadores y en su propia casa. Uno de los más contundentes ha sido el ex del Real Valladolid Walter Lozano. El central argentino, todo carácter dentro y fuera del campo, dejó claro lo que hubiera ocurrido si él estuviera defendiendo la camiseta albivioleta el pasado sábado en Zorrilla. "Como mínimo, Griezmann hubiera volado al palco más cercano".

El Real Valladolid perdió 2-3 ante el Atlético en la recta final del partido tras remontar un 0-2. Además del lógico cabreo por el resultado, los de Sergio no fueron inferiores a los de Simeone, el poso que ha quedado en Pucela es muy amargo. El gesto de Griezmann se considera una vacilada a la que desde los medios nacionales no se le ha dado casi relevancia. Cosa que no hubiera ocurrido si lo hubiera realizado Neymar o Cristiano.

Además, en Pucela están que trinan con el VAR y el criterio dispar que aplican los colegiados para utilizarlo. Ante el Atlético, el colegiado del encuentro, Undiano Mallenco, acudió a la pantalla para corroborar un penalti de Kiko Olivas tras una mano a disparo de Griezmann, que acabó en el gol del francés, mientras que no lo hizo tras una jugada polémica, con mano incluida, de Arias, tras centro de Nacho. ¿Por qué? Se preguntan en las oficinas de Zorrilla. Y no es la primera vez que lo hacen esta temporada.

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