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Liga

El Real Madrid parte al Atlético por la mitad (1-3)

El conjunto blanco fue muy superior con un centro del campo jerarca y dominador. Tarde con mucho VAR y con goles de Casemiro, Ramos, Bale y Griezmann.

Como si de una estación de tren se tratase, el Wanda Metropolitano se disfrazó de Atocha o mejor dicho de Chamartín para, al menos de momento, bajar del tren de la Liga al Atlético de Madrid y subir al mismo al Real Madrid. Fue uno de los derbis más desiguales de la era Simeone ya que pocas veces se ha visto al cuadro del Cholo tan roto y, además, justo por la mitad. El centro del campo fue clave en el derbi capitalino y precisamente sería en la medular donde el conjunto blanco descosió a su rival.

Roto del Madrid al Atlético y mucho VAR. Hubo cuatro goles que subieron al marcador y uno que no, pues bien, en tres tuvo que intervenir el videoarbitraje y a buen seguro que la mayoría de las decisiones traerán polémica. El 1-1, discutido. El 1-2 de penalti, discutido. El posible 2-2, discutido. Un posible penalti a Morata, discutido. Eso sí, lo que no se podrá discutir es que el Real Madrid, VAR aparte, está en el mejor momento de la temporada y el Atlético en el peor. Con esas inercias se cruzaron en la estación y el que se quedó en el andén fue el equipo rojiblanco.

Centro del campo blanco e impoluto

El Atlético empezó 0-1 antes incluso del primer gol del Real Madrid y la razón es muy simple: el conjunto blanco jugó en el medio con Kroos, Modric y Casemiro y los rojiblancos, que ya no contaban de inicio con Koke por lesión, perdieron por el camino a un tocado Rodrigo que probó en el calentamiento y acabó quedándose fuera por molestias. ¿Tan importante fue esa ausencia para el devenir del encuentro? Sí, sólo hay que ver la comodidad con la que jugó el trío medular del Real Madrid. A ellos se unió Benzema para resolver cualquier lío y con esos cuatro jugadores dominando la parcela ancha, los hombres del Cholo intentaron tapar los agujeros de su Titanic particular achicando agua con cubos. Insuficiente ante el iceberg merengue.

El Atlético estuvo toda la primera parte jugando a lo que quiso el Real Madrid. El equipo del Cholo apostó por presionar alto desde el inicio, pero en cuanto se vio perdedor en el centro del campo fue reculando poco a poco. Solari y los suyos tardaron muy poco en oler la sangre y cada vez que pisaron campo contrario lo hicieron descosiendo a su rival. La defensa atlética estaba vendida y Vinicius también sacó provecho de ello rompiendo líneas sin mayores dificultades.

Con el 0-1 irreal ya sobre el campo llegó el real con el tanto de Casemiro a la salida de un córner. Si en el centro del campo el Madrid jugó con superioridad, en el córner previo al gol cuatro jugadores del Atlético se fueron a por Ramos y dejaron sólo al brasileño. Para una vez que eran mayoría… Resultado, gol. A partir de ahí, VAR y exhibición blanca.

Tarde polémica

Empezamos el repaso al VAR con el empate de Griezmann en el minuto 25. No hay dudas en la posición del francés, pero sí en la posible falta previa a Vinicius. Para un servidor, falta, igual que la que Giménez le hizo al brasileño en la jugada de penalti que provocó el 1-2 de Ramos en el 42’. ¿La diferencia? Que la segunda fue fuera del área o como mínimo milimétricamente dentro. Una por otra dirán ustedes. Visto así…

Con 1-2, más VAR y un poquito del morbo que muchos esperaban con Morata y Courtois en el terreno de juego. Sólo se midieron una vez y salió ganador el primero con un gol de vaselina aprovechando un pase largo de Giménez que se comió Ramos. Lo celebró Morata y mucho además, aunque le duró poco la alegría. Banderín arriba del línea, VAR en acción y fuera de juego muy justo. Más que sonreír, Courtois respiró, pero el 2-2 se fue al limbo y el que ganó fue el belga. Poco después, posible penalti a Morata. Más que dudoso también, sin embargo, la tarde no iba a dar muchas alegrías al Atlético ni tampoco al exmadridista. El barco estaba hundido ya.

De poco le sirvió a Simeone mover su banquillo antes y después de las acciones de Morata. Vitolo, Rodrigo y Kalinic no llegaron al aprobado, todo lo contrario que Bale. Solari puso al galés que tuvo dos y marcó una. El técnico argentino está que se sale incluso en sus decisiones. Nada sobró en el planteamiento de Solari, que no rotó, pero sí se pudo ahorrar Bale la peineta a la grada tras el tercer tanto. El galés tuvo una más para humillar del todo al Atlético, pero falló y la sangría se quedó en el 1-3 final con expulsión de Thomas como factura definitiva para el Cholo.

El derbi madrileño pasó por la estación del Metropolitano y el Real Madrid ya saluda al Atlético desde la ventanilla del tren de la Liga. Solari ganó a Simeone.

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