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Liga

Vigo en pie de guerra por el robo al Celta en el Coliseum ante el Getafe

El conjunto celeste salió muy dolido con las decisiones arbitrales que se tomaron. Club y jugadores manifestaron su indignación.

El duelo entre Getafe y Celta en el Coliseum Alfonso Pérez traerá mucha cola en los próximos días. Los azulones ganaron 3-1 ante un Celta que fue arrollado por el colegiado, Gonzalez Fuertes. Plantilla y afición se sientes estafados. La actitud pasiva del árbitro en determinadas jugadas del encuentro donde siempre las decisiones del trencilla beneficiaban al conjunto madrileño, además de hasta cuatro acciones muy polémicas -penalti de Hugo Mallo, expulsión de Maxi Gómez, gol anulado al capitán del Celta y mano dentro del área de un defensor azulón- que resultaron clave en el resultado final ha provocado que varios integrantes de la plantilla de Miguel Cardoso y el propio club levanten la voz.

El penalti, muy dudoso, y la expulsión en un segundo por doble amarilla a Maxi Gómez -la más rápida en la historia de LaLiga- dejaban K.O a un Celta que se había plantado con mucho criterio en el encuentro. "No quiero pasar por alto lo que nos ha pasado, porque si le pasa a otro equipo la semana que viene no se presentan a jugar. Lo de hoy no puede pasar en la mejor liga del mundo habiendo una cámara y que no vayan ni a revisar", espetó Iago Aspas tras el partido.

El Getafe, con su presidente Ángel Torres a la cabeza, habló mucho sobre el arbitraje en Copa ante el Valencia. Bordalás también quiso seguir esa misma línea de discurso y estiró un poco más el historial quejándose de acciones en encuentros pasados. Tras el escándalo de esta jornada, no parece que vayan a protestar mucho más.

El capitán, que tenía cuerda para rato por el escenario que se les había planteado en menos de cinco minutos, también apoyó a su compañero Gómez y confirmaba la impotencia que sentía el vestuario: "Estaba caliente. Normal después de lo que había sucedido... Una injusticia. A veces no podemos hacer nada".

González Fuertes y Alvarez Izquierdo, colegiado principal y asistente de VAR, han sido diana de todas las críticas posibles. Jugadores que tampoco suelen levantar la voz, ponen el grito en el cielo con todo lo ocurrido. Incomprensible, como dice Aspas, en una Liga como la española. "Me siento robado. Hemos luchado contra el Getafe y tres señores vestidos de rojo", declaraba en Radio Galega.

Tal es el punto de indignación que el club, como entidad, ha decidido emitir un comunicado para manifestar su malestar con todo lo sucedido. "No se pueden permitir arbitrajes como el que ha sufrido el RC Celta en Getafe [...] lo que debería llevar una reflexión de que todos los elementos en juego en una competición como esta se sitúen en unos estándares mínimos".

Incluso el acta recoge que no ha habido ningún insulto por parte de Maxi Gómez, con lo que deja en muy mal lugar al árbitro, puesto que son dos cartulinas amarillas poco comprensibles. Además, las imágenes demuestran que en el gol anulado al Celta con 1-1 en el marcador, Hugo Mallo se encuentra en línea. El VAR señaló lo contrario y despertó la indignación absoluta.

Más allá de las acciones polémicas, que todas ellas perjudicador al Celta, desde el pitido inicial se vio un arbitraje sibilino que no utilizó la misma vara de medir para unos y otros. Al Celta le pitaron cualquier contacto como falta, mientras que en el otro bando había barra libre a los contactos, incluso dos posibles penaltis con 0-1 en el marcador: un empujón sobre Maxi Gómez y una zancadilla sobre Boufal, no fueron señaladas como acciones punibles.

La sensación en Vigo es que han asistido a uno de los arbitrajes más lamentables en la historia del club.

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