Iker Casillas se sintió abrumado por las muestras de cariño que ha recibido a lo largo de la semana tras sufrir el infarto de miocardio agudo al término de un entrenamiento del Oporto. Tanto rivales como amigos se volcaron con el portero. También lo hizo Jose Mourinho, quien actualmente no se encuentra entrenando, pero sí hace sus pinitos como analista y comentarista en varios canales de televisión.
"Llamé al Oporto inmediatamente para saber qué había pasado. Está en buenas manos. El Oporto tiene un departamento médico fantástico, uno de los mejores con los que he trabajado", explicó en su sección en Russia Today, "On the touchline with Jose Mourinho". El entrenador que durante una época fue inquilino del banquillo del club de los dragones, conoce de primera mano cómo funcionan y la rapidez y calidad con la que actúan, por eso confía en que todo salga perfecto.
"La prensa portuguesa está llena de información positiva [...] Cuando tienes 37 años, estás en el tramo final de tu carrera y todavía estás pensando que vas a jugar al fútbol, es porque la situación está completamente bajo control", aseveró.
Sin embargo, hay gente escéptica con el luso ya que, cuando se ocupaba de dirigir al Real Madrid, tuvo varios problemas con Iker Casillas. Su intención siempre fue ir reduciendo paulatinamente la participación del meta hasta provocar su salida, pero tuvieron varios choques y acabaron a la gresca. "Todo el mundo sabe que en un momento determinado, cuando decidí sacarle del equipo, hubo una pequeña confrontación no de egos, sino una confrontación entre el capitán del Madrid y el entrenador", explicó.
Pero no hay rencor, cree que fue una decisión difícil para ambos, pero que, por supuesto, su relación no es como la prensa y la gente se la imagina: "No fue fácil para mí tomar esa decisión y no fue fácil para él aceptar esa decisión. De hecho, la relación es positiva, no es como la gente piensa".