Días de planificación, de reuniones, en los que los teléfonos echan humo en Valdebebas. Lista de bajas, fichajes, la posibilidad de que suba el Castilla a Segunda... mucho trabajo por delante.
Uno de los nombres que está sobre la mesa en esa lista de bajas que maneja la dirección deportiva es el de Isco Alarcón. Un Isco con el que no cuentan de cara a la próxima temporada según ha podido saber Libertad Digital y esRadio. La actitud del malagueño este curso se considera inaceptable: pasotismo en los entrenamientos, dejadez en su estado de forma -¿conocen a alguna persona que gane peso cuando se hace vegana?-, problemas con Solari, mal gesto con Chendo... Además, deportivamente, el club considera que su ciclo ha terminado y que su posición estará más que cubierta: Rodrygo, Brahim, Vinícius, Marco Asensio más lo que llegue. La intención es clara: darle puerta y sacar un buen pellizco.
La llegada de Zidane no lo cambió todo
Con el retorno de Zizou, Isco se frotaba las manos. Un técnico que confiaba en sus cualidades y que le dio confianza. Sin embargo, y al contrario de lo que sucede con Marcelo, Isco ha dejado de ser intocable para el técnico galo. Zidane no parece nada satisfecho de su trabajo diario. Las dudas sobre la continuidad del ex del Valencia han asaltado a un Zizou que aún no se ha reunido con él para comunicarle sus intenciones. Si los refuerzos que está previsto que lleguen para la zona de tres cuartos son de su gusto, como el de Hazard, no pondrá demasiados problemas para abrir la puerta al señor Alarcón.
Isco no lo pondrá fácil
Al igual que sucede con Gareth Bale, la salida de Isco no será sencilla. El jugador está convencido de que podrá ganarse, de nuevo, la confianza de Zidane. El malagueño, que será padre por segunda vez, espera su primer hijo de su actual pareja, Sara Salamo. Está asentado en Madrid y si no le convence ninguna de las ofertas que le lleguen, pondrá muchas trabas para marcharse.