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La roja más absurda: expulsan a Cristóbal, el VAR lo anula y ve la segunda amarilla cuando vuelve al campo

Cristóbal, protagonista en el Fuenlabrada-Girona. Después de ser expulsado, tuvieron que ir por él a los vestuarios para que volviera al campo.

Cristóbal, protagonista en el Fuenlabrada-Girona. Después de ser expulsado, tuvieron que ir por él a los vestuarios para que volviera al campo.
Cristóbal (c) se encara con Álex Granell en el Fuenlabrada-Girona. | Imagen TV

Algo inédito hasta la fecha, sencillamente surrealista. Estamos ante la roja más absurda de la historia del fútbol español. Ocurrió este domingo en el partido de LaLiga SmartBank (Segunda División) que el Fuenlabrada y el Girona disputaron en el estadio Fernando Torres de la localidad del sur de la Comunidad de Madrid, con victoria para el cuadro catalán gracias a un solitario gol de Christian Stuani (0-1).

Un duelo que tuvo como protagonistas al centrocampista local Cristóbal, al árbitro Isidro Díaz de Mera y al videoarbitraje (VAR). Corría el minuto 68 de partido —ya con el 0-1 en el marcador, a la postre definitivo—, cuando Díaz de Mera expulsó con roja directa a Cristóbal por una acción con Álex Granell en un balón dividido. La queja del jugador local no dio resultado y se marchó a los vestuarios. Cuando llevaba tres minutos fuera del campo, varios empleados del club fuenlabreño le avisaron de que el colegiado iba a revisar la jugada al ser avisado desde el VAR.

El árbitro anuló la roja, dejando la acción sólo en amarilla, y Cristóbal salió del vestuario para volver al campo quejándose airadamente. Ni siquiera había dado tiempo a que se reanudara el partido cuando un cruce de palabras entre los dos protagonistas de la acción, acabó en un gesto juntando las cabezas de Granell y Cristóbal que provocó una amarilla para ambos. De esta forma, Díaz de Mera expulsaba a Cristóbal por segunda vez en cuatro minutos y el Fuenlabrada acabó en inferioridad numérica para terminar perdiendo el partido, con lo que el cuadro madrileño que dirige Mere Hermoso sale por primera vez de los puestos de play-off —ahora es octavo con 37 puntos, a uno precisamente de un Girona que es sexto y es el equipo que marca el ascenso—.

Un duelo que se calentó ya incluso desde el gol de Stuani, a los 18 minutos. El delantero uruguayo firmó un gran tanto, picando el balón desde fuera del área al portero Biel Ribas, en una jugada que nació de una mano de Gumbau en acción ofensiva en el control previo al pase en profundidad. Los jugadores locales y la afición pidieron la intervención del VAR, pero el tanto acabaría subiendo al marcador.

"Son situaciones del VAR, que está para ayudar, pero el árbitro es el que decide. Nosotros tenemos que intentar ayudarlo, pero el gol viene precedido de una mano y la jugada queda a interpretación del árbitro cuando podía haber revisado la jugada y ni siquiera la ha revisado", aseguraba en zona mixta David Prieto, central del Fuenlabrada, respecto a la acción del único gol de la tarde.

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