Fabián Orellana ya es nuevo jugador del Real Valladolid. El internacional chileno de 34 años termina contrato con el Eibar este 30 de junio y ya se ha comprometido por escrito con el conjunto pucelano. Hasta ahí todo normal. El problema viene en lo que pasará después del 30 de junio, fecha en la que termina la vinculación contractual del talentoso extremo con el conjunto armero.
La FIFA recomendó que todos los contratos, a pesar de que finalicen el 30 de junio, se extendieran automáticamente hasta la fecha en la que cada competición terminara la presente temporada. Un hecho excepcional derivado de la pandemia del coronavirus. La mayoría de jugadores que terminan contrato en poco más de una semana ha llegado a un acuerdo con su actual equipo. Lo mismo pasa con los jugadores cedidos, con el beneplácito de los clubes que son los propietarios de sus derechos federativos. Sin embargo, hay excepciones. En Europa lo vimos con el caso de Timo Werner, que se marcha traspasado al Chelsea tras pagar el conjunto inglés su cláusula de rescisión valorada en 50 millones de euros hasta el 1 de julio. Werner ya no jugará la Champions en el mes de agosto con el Leipzig, su actual equipo.
En el caso del Eibar, el problema que tiene el equipo que entrena José Luis Mendilibar es que tanto el propio Orellana como el Real Valladolid no parecen muy por la labor de dar su visto bueno para que el chileno termine la temporada con el equipo eibarrés. Al tratarse de un contrato laboral y por mucho que la FIFA aporte su punto de vista, si el jugador en cuestión se niega a ampliar ese contrato, poco o nada puede hacer el club.
Valladolid y Eibar, en la pelea por la permanencia
El Real Valladolid tiene un buen colchón sobre el descenso —7 puntos a falta de 8 jornadas—. Pero ni mucho menos la permanencia está sellada. Uno de los grandes rivales en la lucha por la salvación es, precisamente, el Eibar. Con el contrato ya firmado, los pucelanos pueden ejercer sus derechos y pedir a Orellana que no juegue, más allá del 30 de junio, con el Eibar. ¿Se va a jugar el equipo que preside Ronaldo Nazario su futuro dejando que un jugador que ya será suyo refuerce a uno de sus rivales directos? No parece muy inteligente.
En el lado opuesto está un conjunto armero que puede quedarse para las últimas seis jornadas de Liga (las que quedan por disputarse a partir del 1 de julio) sin su jugador más determinante en ataque —Orellana acumula está temporada 8 goles y 6 asistencias—.
Para ponerle más picante, si cabe, al enrevesado asunto, ¿saben quién se enfrenta en Ipurúa en la penúltima jornada? Bingo, el Eibar recibe al Real Valladolid. Típico de un guión tarantiniano.
¿Terminará la temporada Orellana con el Eibar? Pase lo que pase, la polémica está servida. Cosas de la nueva normalidad del fútbol.