
Vinicius Junior cumple este martes dos años desde el día de su debut con el primer equipo del Real Madrid, en un derbi madrileño liguero sin goles ante el Atlético de Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. Desde entonces, el jugador de Sao Gonçalo (12 de julio de 2000) ha entremezclado la alegría de convertirse en la gran ilusión del madridismo a no tener regularidad en sus apariciones a las órdenes de Zinedine Zidane.
El 29 de septiembre de 2018 se producía la primera aparición de Vinicius que enganchó desde su primer día al madridismo. Fue Santiago Solari el que le dio la alternativa en el primer equipo, recurriendo al brasileño en el minuto 87 buscando la forma de derribar el orden del Atlético de Madrid.
El "tiempo de cocción" que apuntó Julen Lopetegui que necesitaba Vinicius, sin darle un solo minuto en su corta etapa en el banquillo madridista, estimó Solari que lo ganaría con minutos de competición. Las carreras y el descaro, unido a su personalidad pidiendo siempre el balón, provocó que se convirtiera en la gran esperanza del Real Madrid en un año repleto de inestabilidad. La sombra de Cristiano Ronaldo tras su salida era alargada y el equipo tirando por la borda las tres competiciones (Liga, Copa del Rey y Champions) con una rapidez inusitada.
Tres goles hizo Vinicius ese curso en el que se produjo el regreso de Zidane para intentar reconstruir un equipo que se había caído. Vinicius se lesionó en la fatídica noche europea ante el Ajax, remontado y goleado en el Bernabéu, y le costó dos meses volver a entrar con Zizou al mando.
Con el técnico francés vive épocas de minutos con otras sin oportunidades. No disfruta de la regularidad que todo jugador joven desea para seguir creciendo. "Esto es el Madrid y yo estoy todos los días con los jugadores, con 25 y pienso en lo que estamos haciendo", afirma Zidane. "Que Vinicius juega el 34% de los partidos no va a cambiar, se puede subir o bajar pero es la realidad de este club. Somos 25, cuento con todos y algunos juegan menos y otros más. Lo que quiero es ganar todos los partidos y los jugadores tienen que estar preparados. Son chicos de 20 años y esa es la realidad del fútbol, un día juegas y otro no. Voy a elegir siempre mientras me toque", dice el técnico.
La declaración de intenciones de Zidane no asegura un presente diferente para Vinicius esta temporada. En la pasada agravó su falta de lucidez en los últimos metros, obligado a mejorar en la definición para dar el salto de calidad que del brasileño se espera. Tanto se habló fuera que cuando marcó a Osasuna rompió a llorar y el destino le tenía guardado un tanto importante en todo un Clásico frente al FC Barcelona en el Santiago Bernabéu, justo antes de la pandemia del coronavirus.
Pero con el confinamiento cambió todo. Acabó la temporada sin un solo minuto el día decisivo ante el Manchester City y sufre una dura competencia con futbolistas de la talla de Eden Hazard, Marco Asensio y la evolución de su compatriota Rodrygo. "Todos quieren más continuidad y jugar más. Vini está aquí para intentar jugar todos los partidos, luego depende del entrenador que elige. Estoy contento con Vini, tiene que centrarse y ya está", sentencia un Zidane que sabe que este curso es clave en la evolución o estancamiento de Vinicius Junior, un jugador diferente que siempre genera ese gusanillo cuando tiene la pelota en sus pies, pero no acaba de encontrar la confianza del entrenador.