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Muere electrocutado Santi Otero, el 'Catanha' del fútbol modesto, al caerle el móvil al agua mientras se bañaba

Santi Otero, de 38 años, fue encontrado muerto por su pareja en su piso en Madrid. Tenía una quemadura en el pecho, debajo del teléfono.

Santi Otero, de 38 años, fue encontrado muerto por su pareja en su piso en Madrid. Tenía una quemadura en el pecho, debajo del teléfono.
Santi Otero | Captura

Tragedia en el fútbol gallego. Santiago Otero, el Catanha del fútbol modesto, fue encontrado muerto este jueves en la vivienda en la que residía en Madrid, situada en el número 125 de la avenida de Portugal.

A sus 38 años, Otero dejó huella en Galicia por su personalidad y su olfato de gol. La mala suerte se cebó con el gallego, que murió electrocutado en la bañera al caer su móvil al agua mientras estaba cargándose. La mujer del fallecido lo halló desvanecido dentro de la bañera con el teléfono móvil encima y el cable enchufado a la red. Estaba inconsciente y tenía una quemadura en la zona del pecho, donde apreció el teléfono móvil. Aunque todo apunta a un accidente doméstico, la Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación.

El jueves se revisó la instalación de la casa para comprobar si saltó el diferencial de la vivienda y se cortó la corriente eléctrica de la casa. También se investigaba si tenía el cargador conectado a un alargador y si este se hubiera sumergido en el agua.

La mujer lo encontró inconsciente dentro de la bañera al regresar al domicilio después de trabajar durante toda la noche, por lo que las primeras averiguaciones estiman que llevaría muerto entre ocho y diez horas. Los sanitarios del Summa 112 que se desplazaron a la vivienda solo pudieron confirmar el fallecimiento y una psicóloga del servicio madrileño de salud atendió a la pareja de la víctima, que se encontraba muy afectada.

Santi Otero era conocido en el mundo del fútbol con el sobrenombre de Catanha. Delantero centro criado en las categorías inferiores del Viveiro, jugó una temporada en el equipo juvenil del Real Oviedo y posteriormente pasó por el primer equipo vivariense, el Xove Lago o el Folgueiro, entre otros equipos.

El exfutbolista del Viveiro seguía matando el gusanillo del fútbol jugando al fútbol-7 en Madrid y cuando visitaba Escourido siempre se acercaba al campo de Boavista a pegarle unas patadas al balón con la gente del Folgueiro, equipo que compite en Primera Autonómica. Deja mujer y dos hijos.

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