El F.C. Barcelona no gana para disgustos últimamente. La última mala nueva la ha destapado Mundo Deportivo este viernes. Una de las obsesiones de Xavi Hernández desde su llegada al banquillo ha sido cerrar la renovación de Ousmane Dembélé. El extremo galo, por el que el Barcelona pagó 135 millones de euros, termina contrato el 30 de junio de 2022.
Como bien apuntan desde Barcelona, la renovación de Dembélé se ha complicado mucho en las últimas horas. La última oferta que ha realizado el conjunto azulgrana a su agente, Moussa Sissoko, es insuficiente para el extremo. Desde la Premier los cantos de sirena son constantes. Además del Manchester United, que tiene al internacional galo como uno de sus principales objetivos para el próximo curso, el Newcastle ha irrumpido con fuerza. A día de hoy la renovación de Dembélé con el Barcelona parece imposible.
La directiva azulgrana no quiere darse por vencida. Saben que perder a un jugador como Dembélé sin ver un solo euro cuando en su día se invirtió 135 millones es un completo desastre.
Hundidos en lo económico y muy tocados en lo deportivo, el futuro inmediato del Barcelona es muy negro.