El Real Madrid afronta el final del mercado estival con tranquilidad. Los deberes están hechos y si consiguen sacar a cuatro futbolistas con los que no cuenta el club, podría llegar algún refuerzo que la dirección deportiva tiene en la recamara. Para la próxima temporada se abordarán dos operaciones prioritarias: una es la de Christopher Nkunku, delantero francés de 24 años del Leipzig y la otra es la de Jude Bellingham, la perla inglesa de tan solo 19 años del Borussia Dortmund. Pero eso es arena de otro costal.
Ahora mismo en las oficinas de Valdebebas se trabaja para intentar aligerar la plantilla de jugadores que, por diversos motivos, no tienen hueco en el equipo. Cuatro son los nombres propios: Eden Hazard, Marco Asensio, Mariano y Odriozola.
Odriozola y Mariano son descartes en los que coinciden entrenador y club. Ambos no tienen hueco en el equipo y su salida se considera prioritaria. Por Mariano han preguntado muchos equipos este verano, pero a pesar de que su agente asegura sin pudor que es el Madrid el que pide compensación económica para abrirle la puerta, la realidad es bien distinta. Es el hispano dominicano el que se niega a valorar siquiera ninguna oferta. Hace tiempo que el fútbol pasó a ser algo secundario para él y con su astronómica ficha de 4,8 millones de euros limpios de polvo y paja, prefiere vivir la vida con viajes habituales a Barcelona que sentirse importante en un equipo.
En cuanto a Odriozola, un jugador que jamás ha demostrado tener nivel suficiente para el Madrid, Lucas Vázquez le ganó la partida y ahora mismo es el tercer lateral derecho de los merengues. No va a jugar nada y la Real Sociedad ha mostrado interés en las últimas horas para recuperarlo.
Eden Hazard es un problema para el Real Madrid. El belga, que jamás volverá a ser el jugador que fue por su lesión crónica en el tobillo, es un lujo demasiado caro como para tenerlo calentando banquillo. El Madrid prefiere cederlo y ver si puede recuperar algo del dineral invertido antes de que se marque un Isco y pierda aún más valor. En la Premier aún tiene pretendientes y queda la esperanza de que algún equipo inglés pique el anzuelo.
Por último tenemos el caso de Marco Asensio. El balear termina contrato en 2023, no ha mostrado interés alguno en ampliar su contrato y el Madrid no está dispuesto a devaluar parte de su patrimonio con jugadores por los que se apuesta tanto en el presente como en el futuro dando minutos a un Asensio que con un Mundial a la vuelta de la esquina igual debería renunciar a la jugosa prima de fichaje que espera obtener como agente libre y pasar alguna oferta convincente al club.
Una cosa son los deseos, cuatro nombres que el Madrid querría quitarse de encima, pero a falta de tan solo dos días para el cierre del mercado la realidad es que la única salida que ven cercana es la de Álvaro Odriozola. Veremos que sucede en las últimas horas de un mercado estival que está muy caliente en su recta final.