Joan Laporta ha sido el gran protagonista en la popular marxa culer, uno de los actos del club para conmemorar los 125 años de historia del FC Barcelona. El presidente ha indignado al independentismo más radical al tapar una estelada en la Abadía de Montserrat.
Laporta no quiso verse envuelto en polémicas. Posó con los allí presentes, en la plaza del museo de la Abadía, después de intentar manejar al gegant de Joan Gamper, y desde atrás le pasaron la bandera. Laporta deslizó un leve "no" y, a la hora de posar la foto, la agarró de un extremo y la enrolló para evitar que se viera la estrella.
🇪🇸Hoy, en la Marxa Culer a Montserrat, Joan Laporta ha TAPADO la estelada de unos aficionados que querían hacerse una foto con él.
— Joan Laporta Out of Context (@Lapo_outcontext) June 14, 2025
🤡El franquismo de Echevarría gana en el día que se cumplen 100 años que el campo de Les Corts silbó el himno español. https://t.co/RmceWoMj8Z pic.twitter.com/uov9hfo4Mv
La imagen del presidente culé tapando la estelada no pasó desapercibida y ha provocado un gran revuelo en redes. "Es vergonzoso. ¿Por qué tapas la bandera que representa a gran parte del barcelonismo?", "Tenemos al enemigo en casa" o "Con Iñigo llegaste tarde" son algunos de los comentarios que ha inundado las redes.
Día para el recuerdo
El 14 de junio de 2025 sirvió también para celebrar, como uno de los días más importantes de la historia del Barcelona, aquel 14 de junio de 1925, fecha en la que se pitó el himno de España. Sucedió en un abarrotado estadio de Les Corts, donde se pitó la Macha Real en un amistoso entre el club azulgrana y el Júpiter, club catalán de tradición obrera.
"Hablamos de un momento histórico, sin duda entre los más importantes de la trayectoria vital azulgrana", afirma el propio Barcelona que celebra por todo lo alto el aniversario de cuando sus aficionados pitaron el himno de España en una época en la que España era gobernada por el general Primo de Rivera.
Un Primo de Rivera que había prohibido cualquier exhibición de señeras y el uso del catalán. En el descanso del encuentro, los 14.000 aficionados silbaron el himno español. Un acto que supuso la clausura del club durante seis meses y el exilio de Gamper y que el Barcelona recuerda con un tremendo orgullo. Hoy, el Barça lo recuerda con orgullo.