
El Real Madrid de Xabi Alonso continúa su proceso de engranaje mostrando unas líneas maestras más que interesantes. El técnico vasco está consiguiendo hacer crecer a su equipo mientras firma unos resultados espectaculares: 13 victorias en los 14 partidos disputados -solo el borrón del derbi con esa derrota 5-2 ante el Atlético, que hizo daño pero fue la excepción que confirma la regla-.
Este sábado ante el Valencia todo fueron buenas noticias. El equipo goleó 4-0 en un partido en el que el resultado pudo ser de escándalo - Agirrezabala, el portero del Valencia que fue el mejor de su equipo, y la dosificación que puso en marcha el Real Madrid en la segunda parte ante los importantes duelos que aparecen en el horizonte (el martes a las 21h visita Anfield para medirse al Liverpool), evitaron que el Valencia saliera completamente despellejado del Santiago Bernabéu-, el juego del equipo y varias actuaciones individuales fueron top y se normalizó y se apagó el ruido del asunto Vinicius sin darle mayor trascendencia que la naturalidad -uno de los mejores jugadores del mundo saliendo de titular, haciendo un partidazo y siendo remplazado con el encuentro resuelto en el minuto 80 junto a Kylian Mbappé para dosificarlo-.
Líneas maestras del ADN del Madrid de Xabi Alonso
La intensidad, el trabajo defensivo en bloque -todos defienden-, líneas muy juntas, el ritmo, la gran velocidad de circulación, la asfixiante presión tras pérdida son algunas de las señas de identidad que ha ido implantando el técnico tolosarra a su Real Madrid.
Ante el Valencia todas ellas brillaron con luz propia. El Madrid firmó una primera parte excelsa de fútbol donde maniató a un conjunto che que fue incapaz de dar dos pases seguidos.
Con Vinicius muy activo por banda izquierda, Fede Valverde como lateral dándole profundidad a su equipo por el costado derecho y un juego interior muy asociativo con Güler, Bellingham y Mbappé omnipresentes, el Madrid desarbolaba a un Valencia que no encontraba respuesta para frenar el caudal de fútbol ofensivo que generaba el equipo de Alonso. Incapaz de salir de su propio campo, el Madrid llegó en oleadas y marcó tres goles en 45 minutos pero pudieron ser muchos más.
Muchos jugadores con la flechita para arriba
Si colectivamente el partido del Real Madrid frente al Valencia fue excelso, individualmente hay que señalar varias actuaciones destacadas. Lucieron mucho todos los hombres de ataque: Vinicius - eléctrico y desbordante-, Mbappé -doblete del galo-, Arda Güler -el talento del turco en el último tercio del campo encuentra huecos donde no los hay, firmó su sexta asistencia del curso-, Jude Bellingham -el inglés firmó un partido memorable llegando constantemente desde segunda línea, dejándose la vida en la presión, asociándose en tres cuartos y culminando su obra maestra con un gol de bandera-... el único que no lució como el resto con balón fue Franco Mastantuono -el argentino, muy tibio y algo impreciso, dejó algún quiebro suelto aunque sin balón sigue siendo importante su trabajo en la presión para el equipo-.
En un partido como el de este sábado ante un Valencia romo en ataque luce más la parte ofensiva, pero el nivel de los jugadores más defensivos fue extraordinario. Huijsen se comió a Danjuma en la única contra que sacó el Valencia en toda la primera parte, además de ayudar como siempre a dar claridad a la salida de balón de su equipo, Militao se llevó todas por arriba y volvió a firmar un partido inmaculado en los duelos -no fue regateado ni una sola vez-, Valverde vuelve a dejar claro que aunque no le guste jugar de lateral es un auténtico cañón en esa posición -defensivamente es un muro infranqueable y en ataque aporta profundidad y disparo desde media distancia-, Carreras -excelso en tareas defensivas, se entendió a las mil maravillas con Vinicius y marcó un golazo-. Por último hay que destacar el partidazo que se cascó Aurélien Tchouaméni. El galo, al escoba de este Madrid de Xabi Alonso, es una pieza vital a la hora de aportar equilibrio al equipo. Insuperable, atraviesa su mejor momento desde que fichó por el conjunto merengue.
No me gustaría pasar por alto el debut con Xabi Alonso de Endrick. El brasileño salió con el partido resuelto -el ritmo en la segunda parte bajó una barbaridad- pero dejó huella con una arrancada por banda derecha llena de velocidad y potencia donde destrozó a Javi Guerra que solo le pudo parar con un flagrante agarrón. El brasileño, en los pocos minutos que tuvo, levantó la mano y le dijo a Xabi "Aquí estoy yo". Y ojo porque por la derecha nadie termina de dar un puñetazo en la mesa y Endrick puede ser una alternativa más que interesante para ciertos partidos.
El paso adelante de Jude Bellingham
Tras la debacle del derbi ante el Atlético, el único punto negro en la temporada de este Madrid de Xabi Alonso, quedó la duda de si el tolosarra sería capaz de encajar en su once a Mbappé, Vinicius, Arda Güler y el propio Jude. Muchos dudaban de si Bellingham encajaría en el puzzle. El inglés, que no olvidemos que está recién recuperado físicamente de la operación de hombro, dio un puñetazo en la mesa y demostró ante el Barcelona y el Valencia no solo que tiene encaje en este equipo, también recordó a los más escépticos que es uno de los mejores centrocampistas del mundo.
El inglés, además de su enorme trabajo en la presión, aporta una llegada brutal. Es la pieza que le faltaba al Madrid para atacar el área -nadie en el once tipo de Alonso lo hace como él-. Alonso ha conseguido finalizar su puzzle maestro juntando en el mismo a sus mejores piezas sin que se resienta en absoluto el equipo en tareas de intendencia. Enorme mérito del vasco.
El cambio físico del Real Madrid
El Real Madrid decidió dar un giro de 180º esta temporada en el apartado físico. Decidió prescindir de Pintus para confiar en Ismael Camenforte.
El apodado 'Sargento de Hierro', considerado un gurú en el aspecto físico con métodos muy tradicionales muy similares a los del Profe Ortega -centrándose en una preparación física sin balón y con pretemporadas de extenuantes cargas de trabajo-, desembarcó en el famoso ‘Método Pintus -entrenamientos cargados con ejercicios de fuerza, potencia, resistencia y fortalecimiento muscular globales, globales nada de personalizados, centrados en conseguir que los jugadores lleguen a la recta final de temporada en su pico más alto de forma-.
Pintus, que ha sido clave en los éxitos del Real Madrid en los últimos años, era uno de los últimos supervivientes de la preparación física tradicional, que ha evolucionado mucho en los últimos años moldeando el modelo. Los preparadores modernos, de la escuela de Conforte, buscan un entrenamiento físico cada vez más con balón, dejando a un lado las pesas sustituidas por gomas buscando técnicas de activación neuromuscular, ahora se hace un trabajo mucho más individualizado nada de generalizado, ya que cada jugador y cada cuerpo es un mundo-.
Ahora el objetivo no es que los jugadores tengan picos de forma física muy acusados, en lugar de pretender que lleguen como aviones al mes de abril y mayo se busca un rendimiento físico lineal sin grandes ondulaciones.
El Madrid, a día de hoy, atraviesa un momento físico excelso. Mérito de Ismael Camenforte que no solo ha conseguido que el equipo en su colectivo vuele, también ha reducido de manera ostensible las lesiones. El físico del equipo es otra de las claves de este nuevo Madrid de Xabi Alonso.
Los números no engañan
Si las sensaciones han sido muy buenas en el Clásico -sobre todo en la primera parte- y ante el Valencia, los resultados hablan por sí solos. Y es que el Real Madrid de Xabi Alonso está firmando un arranque histórico. En los 14 partidos disputados en la 25/26, suma 13 victorias y una sola derrota, igualando así los registros más brillantes del club en sus casi 125 años de existencia.
Solo en dos ocasiones anteriores, el Real Madrid había alcanzado cifras semejantes: en la temporada 1928-1929, bajo la dirección de J. A. Berraondo, con 13 triunfos y un empate, y en la 1961-1962, con Miguel Muñoz en el banquillo, cuando el equipo también logró 13 victorias y una derrota.
El Madrid de Xabi se sienta en la mesa en este arranque de curso con los mejores. La obra del vasco comienza a tomar forma y no le queda mucho para coronarla como maestra.
