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El Atlético cae en su estreno en la Liga de Campeones

Los rojiblancos, en pleno proceso de reconstrucción, han demostrado estar un paso por detrás del campeón de Europa.

Los rojiblancos, en pleno proceso de reconstrucción, han demostrado estar un paso por detrás del campeón de Europa.

El Atlético de Madrid arrancó su participación en la Liga de Campeones con una derrota (27-32) ante el Kiel, en un encuentro en el que los rojiblancos, inmersos en pleno proceso de reconstrucción, evidenciaron, como era previsible, encontrarse un paso por detrás de los germanos, aunque quizá, y para alivio de los locales, un paso más corto de lo esperado.

Asumido ya que con el paso a una defensa 6-0, dadas las dificultades de los nuevos fichajes para asimilar el tradicional 5-1, el Atlético ha visto mermada su capacidad para correr, los rojiblancos se encontraron hoy con otro problema igualmente grave: la lentitud en el repliegue defensivo. Y es que lastrados por los dos cambios ataque-defensa obligatorios para dar entrada a Kiril Lazarov y Julen Aginagalde en la ofensiva, el conjunto madrileño se encontró siempre en inferioridad ante el fulgurante juego de transición del conjunto alemán.

Transiciones que se encargó de alimentar el propio Atlético de Madrid, que cuando no pudo encontrar el poderoso brazo de Lazarov, se estrelló una y otra vez con la rocosa defensa del Kiel, que no desaprovechó los regalos locales para situarse a los ocho minutos con un inquietante (3-7) en el marcador.

Una desventaja que obligó a reaccionar de inmediato a Talant Dujshebaev con un tiempo muerto, tras el que dio entrada a la pista a la tripleta compuesta por Jonas Kallman, Ivano Balic y Joan Cañellas con la esperanza de dotar a los rojiblancos de la claridad ofensiva de la que había carecido hasta entonces. Decisión que no pudo dar mejor resultado al Atlético, que con dos centrales sobre la cancha y beneficiado por la exclusiones del conjunto germano, logró reducir poco a poco su desventaja hasta devolver las tablas al marcador (11-11) a los veinte minutos de juego.

Una remontada en el que tuvo un papel protagonista el pivote Ángel Romero, uno de los dos pivotes con los que los de Dujshebaev jugaron las cuatro superioridades numéricas de las que gozó el Atlético en el primer tiempo ante un Kiel que llegó a verse obligado a jugar con tan sólo cuatro jugadores de campo por momentos.

Pero el equipo alemán, el verdugo del conjunto rojiblanco en la última final de la Liga de Campeones, siempre pareció un peldaño por encima del Atlético, por lo que bastó que los locales bajarán mínimamente su producción para que el Kiel se marchase al descanso con una renta (15-17) de dos goles. Diferencia, que esta vez, ni las exclusiones, alguna tan innecesaria como la que propició la expulsión del danés René Toft Hansen a los treinta y seis minutos, permitieron enjugar al Atlético, que mediada la segunda mitad, volvió a descolgarse peligrosamente (22-26) en el electrónico.

Un marcador en el que sólo el empeño del portero noruego Magnus Dahl, que nuevamente hizo olvidar la ausencia del lesionado José Javier Hombrados, permitió seguir con vida a los locales, que soñaron con la proeza tras situarse (m.53) a dos goles (26-28) de distancia.

Pero una inoportuna exclusión de Mariusz Jurkiewicz, así como la irrupción en los minutos finales del guardameta Thierry Omeyer y del lateral checo Filip Jicha, máximo goleador del encuentro con siete tantos, rompieron definitivamente (27-32) el sueño de un Atlético, que con esta derrota, se complica enormemente el objetivo de concluir la fase de grupos como primer clasificado.

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