La carrera de Suzy Favor-Hamilton era meteórica. Lo ganaba todo en la NCAA entre los 800 metros y el 1.500 metros. Estuvo en los juegos de Barcelona, Atlanta y Sydney. Fue en ese 2000 cuando mejor llegaba, número uno del ranking mundial del 1.500. Pero cuando encaraba los últimos metros en primera posición y acariciaba la medalla olímpica se desfondó, cayendo al suelo exhausta mientras todas las rivales la superaban.
Posteriormente se supo que se había marcado esos Juegos de Sydney como gran objetivo en el mismo momento en que su hermano, Dan, se suicidó arrojándose desde la azotea de su edificio. Fue víctima de un trastorno maniaco-depresivo.
Algo similar le ocurría a Suzy Favor. Estuvo al borde de la anorexia en sus inicios como atleta. Tras su retirada tuvo una hija, lo que le produjo una depresión post-parto. Eso, unido a diversos problemas en su matrimonio, la dejó en una complicada situación. Su solución, entrar en la prostitución de lujo en Las Vegas.
"No espero que la gente lo entienda, pero tenía mis razones, y estaban relacionadas con la depresión", declaró la exatleta a The Smoking Gun, que ha sacado a la luz su turbulenta historia. "Me sentí atraída por ser escort porque me permitía evadirme de mi vida. Me proporcionó un escape de una vida contra la que estaba luchando. Era una doble vida".
Posteriormente, la propia Suzy comentaba en su cuenta de Twitter que "no puedo explicar lo suficiente lo que lamento haber herido a alguien como resultado de mis actos y lo mucho que aprecio el apoyo de mi familia".
Continúa casada, afirma, y recibe ayuda de un psicólogo. "Mi intención es volver a empezar y ser de nuevo una buena madre, esposa, hija y amiga".