Menú

De Ben Johnson a Armstrong: las confesiones de una trampa

El excorredor texano se une a la lista de atletas que han confesado haber empleado alguna vez sustancias prohibidas.

El excorredor texano se une a la lista de atletas que han confesado haber empleado alguna vez sustancias prohibidas.
Dopados confesos

Marion Jones, Ben Johnson, Andre Agassi... y ahora Lance Armstrong. El excorredor estadounidense sigue los pasos de todos estos deportistas y, tres meses después de ser desposeído de los siete Tours de Francia consecutivos que ganó entre 1999 y 2005, confiesa que se dopó durante gran parte de su carrera.

En una esperada entrevista con su amiga Oprah Winfrey, el texano admite que consumió sustancias como EPO, testosterona y hormona del crecimiento. "Me dopé, es imposible ganar siete Tours sin hacerlo", confiesa Armstrong, dispuesto a tirar de la manta, en la primera parte de una entrevista que tendrá su continuación en la madrugada del viernes al sábado (03:00, hora peninsular española) con la segunda y última entrega.

Larga lista de tramposos

El caso de Armstrong es sólo una gota en un océano lleno de tramposos, de estrellas farsantes que, presionados por la Justicia, tentados económicamente o superados por el sentimiento de culpabilidad, acaban confesando. Como ahora ha hecho Lance ante su buena amiga Oprah en una entrevista que, sin duda, le reportará pingües beneficios.

Sin ir más lejos, todos los testigos que prestaron testimonio ante la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) en su investigación contra Armstrong y el equipo US Postal admitieron haberse dopado. Entre ellos, los también estadounidenses Tyler Hamilton, Floyd Landis, George Hincapie y Levi Leipheimer, que contaron con todo lujo de detalles cómo en el seno del equipo se consumía EPO, testosterona y hormona del crecimiento y se hacía uso del dopaje sanguíneo.

Hamilton, que además relató su experiencia con el dopaje en un libro (La carrera secreta), fue campeón olímpico en Atenas 2004, medalla que le fue retirada en agosto de 2012. El único de estos dopados confesos que sigue en activo, Leipheimer, fue sancionado con seis meses de suspensión.

Los italianos Michele Scarponi e Ivan Basso, el británico David Millar o el danés Bjarne Riis también admitieron haberse dopado, al igual que el belga Frank Vandenbroucke, fallecido en 2009, cuando tenía 34 años, a causa de una embolia pulmonar. En su libro titulado No soy Dios, Vandenbroucke, apodado L’enfant terrible del ciclismo belga, confesó que había consumido EPO, anfetaminas, hormona del crecimiento y esteroides, entre otras sustancias.

Manzano, el caso más famoso en España

En España lo hizo Jesús Manzano, que en 2004 contó con todo lujo de detalles, las prácticas irregulares que se llevaban a cabo en el equipo ciclista Kelme. Su confesión fue el detonante de posteriores investigaciones sobre la trama del dopaje en España, como la Operación Puerto, que comenzará a juzgarse el próximo 28 de enero, siete años después de los registros practicados en nuestro país por la Guardia Civil.

Ben Johnson, el pionero

Al margen del ciclismo, otra de las disciplinas más manchadas por la lacra del dopaje es el atletismo y uno de los tramposos más famosos de la historia del deporte es Ben Johnson. En septiembre de 1989, un año después de ganar a Carl Lewis en la final de los 100 metros de los Juegos Olímpicos de Seúl'88 con un registro espectacular de 9.79 segundos -nuevo récord mundial-, el canadiense acabó confesando presionado por la investigación gubernamental: ganó aquella carrera bajo los efectos de los esteroides.

La estadounidense Marion Jones, ganadora en los Juegos de Sydney 2000 de cinco medallas, admitió en 2007 que estaba dopada. En 2003, durante la investigación del Caso Balco, negó que hubiera consumido sustancias prohibidas, por lo que su posterior confesión la llevó a la cárcel por mentir a las autoridades federales. Estuvo medio año entre rejas.

De la misma generación era su compatriota Antonio Pettigrew, ganador de la medalla de oro en Sydney en 4x400 y que reconoció su culpa en 2008. Dos años después apareció muerto en su coche, víctima de una sobredosis de pastillas para dormir. Otro corredor que confesó su dopaje fue el británico Dwain Chambers, en 2008, por múltiples sustancias (THG, EPO, hormona del crecimiento...). Mucho antes lo había hecho una de las estrellas de la Alemania Oriental, Katrin Krabbe, que en 1992 admitió que había usado clembuterol.

En vísperas de los pasados Juegos de Londres dio positivo por EPO el atleta italiano Alex Schwazer, que debía defender el título ganado en Pekín en los 50 kilómetros marcha. Su confesión fue casi inmediata: viajó a Turquía sólo para comprar EPO, tras informarse "en internet", según dijo.

Un positivo encubierto

El tenista Andre Agassi fue otro de los que eligió un libro autobiográfico (Open) para abordar el mundo del dopaje. Lo publicó en 2009, cuando ya estaba retirado, y admitió en sus páginas el consumo de la metanfetamina conocida como cristal, una sustancia que, más allá de mejorar el rendimiento deportivo de los atletas, sirve principalmente recobrar el ánimo. En su caso, para tratar de superar en 1997 una depresión que le produjeron sus problemas sentimentales. Sin embargo, lo más grave del caso Agassi fue la revelación de que la ATP tapó un positivo suyo en un control antidopaje y nunca lo hizo público.

En las Grandes Ligas de béisbol también ha habido confesiones, como la de Mark McGwire, que fue primera base de los St. Louis Cardinals. En 2010 admitió públicamente que había consumido esteroides y que el récord de home rounds que había establecido en 1998 (70) había sido producto del dopaje. Alex Rodríguez, de los New York Yankees, hizo la misma confesión -como Armstrong, en una entrevista televisada- unos meses antes, tras dar positivo en un control.

El café de Maradona

El fútbol también está salpicado por el doping. Diego Armando Maradona declaró que jugadores de la selección argentina se doparon en un partido de clasificación para el Mundial de Estados Unidos de 1994. Maradona afirmó que el médico del combinado albiceleste les ponía estimulantes prohibidos en el café.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios