Once asaltos, dos rivales y un cuadrilátero. Se comienza con una partida de ajedrez de cuatro minutos a la que sigue un asalto de tres de boxeo y así, sucesivamente, con descansos de un minuto para cambiar la indumentaria. Se gana si derriba en la lona a su rival, aplica un jaque mate o por puntos. Es el Chess Boxing.
Esta modalidad comienza a abrirse paso en nuestro país gracias a Jonathan Rodríguez, un leonés de 30 años que el pasado noviembre se convirtió en el primer español en participar en un campeonato del mundo.
Aficionado al ajedrez desde la infancia, medalla de bronce de España en boxeo en 2008 y de plata en 2009, Jonathan nos acerca las curiosidades de este desconocido deporte.
Pocos en España conocen el Chess Boxing, ¿cómo lo descubriste?
Por casualidad. Lo vinieron a presentar hace cuatro años en el Festival de las Artes Escénicas de Salamanca y me llamaron desde la Federación de Boxeo. Participé junto a un chico asturiano y gané por jaque mate en el quinto asalto. Ahí es cuando conocí el deporte y el deporte me conoció a mí.
Combinar ambas disciplinas en un mismo deporte, ¿rompe con el estereotipo de que los boxeadores son poco listos?
Es un estereotipo que tenemos en España y hay que luchar contra eso. Te vas a Francia, Alemania o Inglaterra y el boxeo es un deporte totalmente normal. Puede haber listos, tontos, agresivos, locos, de todo como en cualquier otro deporte, sea el fútbol, el baloncesto o cualquiera. Es un estereotipo de este país. Solo somos europeos para algunas cosas. El ajedrecista no es el friki que está delante del tablero en casa y no se relaciona, ni el boxeador es el agresivo que busca dar puñetazos y es un loco.
¿Qué cualidades debe tener un buen jugador de Chess Boxing?
Inteligencia y sangre fría. El boxeo es un deporte que tienes que pensar cuando es muy difícil pensar. Cuando te están pegando es muy difícil razonar. Si te está atacando por dentro, si te está combinando series por fuera, saber cómo defenderte... Es un deporte, en contra de lo que se cree, que requiere mucha inteligencia, mucha sangre fría y mucho equilibrio entre la pasividad y la agresividad. Los dos son deportes de estrategia y táctica. La diferencia es que el ajedrez no duele y el boxeo sí.
¿Prefieres ganar por K.O. o por jaque mate?
Me gusta ganar, no me importa la manera. Es una competición, piensas en ganar, en desarrollar tu estrategia y en función de cómo se vaya desarrollando, le das más intensidad a una u otra.
¿Cuál requiere más dedicación?
Más o menos por igual, a nivel de competición ninguno de los dos deportes está por encima de otro. Hay que combinar la preparación física del boxeador profesional y el estudio de un competidor de buen nivel de ajedrez, sobre todo orientado a las partidas rápidas. Cuando quieres aplicar el entrenamiento a este tipo de competiciones, tienes que combinarlo con el gimnasio, tienes que aprender a trabajar en el ajedrez con la tensión de los golpes.
¿Gari Kaspárov o Mike Tyson?
Kaspárov ha sido mejor ajedrecista que Tyson boxeador. El gran boxeador y el gran ajedrecista, a nivel mental, son parecidos. Yo en origen soy boxeador, así que me quedo con los boxeadores.
¿Qué ha significado tu paso por el campeonato del mundo?
Fue un evento espectacular. En Rusia todo se hace a lo bestia. Éramos seis competidores y cada uno de una parte del mundo. Fue como esperamos, si no ganábamos por la vía rápida, es decir, por jaque mate o por K.O., era prácticamente imposible. El final estaba escrito antes de empezar. Si compites con un alemán o con un ruso en su casa , ya sabíamos lo que había, pero no hay problema, tenemos la revancha prevista para abril.
¿Cuáles son tus proyectos futuros?
Espero que esta cita sirva como repunte en mi carrera como boxeador profesional en España y poder pelear y preparar esa cita en abril en Berlín. Me interesa mucho por la repercusión mundial que tiene y por el orgullo de poder llevar la bandera de tu país.
¿Se puede vivir del boxeo en España?
Es muy complicado. Tenemos muy buena afición pero no la infraestructura. Tenemos la mentalidad de que el boxeador es aquella persona sin estudios, analfabeta de hace 50 años, que se busca la vida y que es un agresivo, un salvaje y un descerebrado. Es muy difícil cambiar todo eso porque no tenemos el apoyo institucional ni mediático para limpiar la imagen de este deporte. Siempre se va a lo malo. Tengo que darle las gracias a las fisioclínicas de Javier Elorrieta y de Ramón, de la Finca La Realeza, que son mis patrocinadores y me echan un cable para que no cuesten tanto las cosas. Si vas con lo justo, es complicado y es muy importante que desde cada ciudad se apoye a sus deportistas.
¿Están involucradas las instituciones en este tipo de deportes?
No, es necesario que las instituciones se involucren en un deporte como este que tiene tanta aceptación en Europa, con delegaciones en más de veinte países. Los ayuntamientos y diputaciones tienen que involucrarse con los deportistas. Es muy difícil y un orgullo que un deportista a nivel individual puede llevar el nombre de su país y de su ciudad por todo el mundo. Solo queremos trabajar, no hacernos millonarios.
¿Hay buena cantera de boxeadores en España?
Con la crisis, muchos de los aficionados se han pasado al profesionalismo, pero no hay para todos. Somo muchos y es muy difícil. Se trabaja más en ciudades grandes. Yo soy de León y entreno aquí, pero estoy en un equipo en Madrid. Siempre van a ayudar más a la gente de Madrid, yo tengo que demostrar que soy mejor que ellos con menos medios. Con el ajedrez, como es algo minoritario y a nivel mediático no se le da bombo, pasa algo parecido.