La selección española de balonmano se ha impuesto por 33-22 a Macedonia, en el cierre de la segunda fase del Europeo que se está disputando en Dinamarca, y se ha clasificado para semifinales. El conjunto de Manolo Cadenas se medirá el próximo viernes (21:00 horas) a Francia. La primera semifinal, también el viernes (18:30), enfrentará a Dinamarca con Croacia, que se ha impuesto a Polonia por 28-31.
Atenazados por la responsabilidad -de poco más que de fracaso podría tildarse quedar apeado de las semifinales por un equipo menor como Macedonia-, los Hispanos se mostraron imprecisos de salida. Sobre todo en ataque, como demuestran las dos pérdidas de balón que España cometió en los primeros seis minutos de juego.
Carencias ofensivas que parecía que podría resolver en defensa, gracias a la buena actuación del portero José Manuel Sierra, pero pronto los de Manolo Cadenas empezaron también a dudar atrás. La gran estrella macedonia, el cañonero Kiril Lazarov, no saltó en ningún momento a la pista, pero ello no impidió que el conjunto español se enredara en la defensa de los pivotes Stojanche Stoilov y Vancho Dimovski.
Sólo el central Joan Cañellas, que cerró el primer tiempo con cinco goles, pareció entonado tanto en ataque como en defensa, pero el jugador del Hamburgo alemán era un argumento insuficiente para descolgar a los balcánicos (7-7) en el marcador. El despegue sólo llegó con el relevo de nombres en la defensa del equipo español, donde Joan Cañellas y Eduardo Gurbindo ocuparon el puesto en los laterales de unos desacertados Antonio García y Jorge Maqueda.
Los cambios permitieron a España dotar de cierta solidez a su retaguardia, lo que no tardó en traducirse en un sinfín de contragolpes para el conjunto español, que a la carrera al fin pudo distanciarse en el marcador (8-13). La renta se quedó en tres (12-15) al llegar al descanso, pese al 45 por ciento de paradas que firmó en el primer tiempo Sierra. Y es que la selección parece empeñada en sufrir lo indecible en este Europeo ante cualquier rival.
Irrumpe Maqueda
El sufrimiento no fue a más en la segunda mitad por la buena actuación de Sierra, que siguió con el buen nivel del primer parcial, y la irrupción de un Jorge Maqueda, necesitado de resarcirse de su mal primer tiempo. Pero, sobre todo, por la notable mejoría defensiva del conjunto español, que en los primeros diez minutos del segundo período tan sólo encajó dos tantos, lo que permitió a los de Manolo Cadenas lograr los nueve goles (14-23) de diferencia. Una distancia que a la postre se convertiría en insalvable.
Con esa renta España dio por finiquitado el partido, como demuestran los minutos de descanso de los que gozaron piezas clave en la selección como Raúl Entrerríos, Joan Cadenas o Julen Aginagalde. Quienes no descansaron ni un segundo fueron Viran Morros y Gedeón Guardiola, el centro y alma de la defensa española, que pese a reducir mínimamente su efectividad, impidieron en todo momento que corriesen peligro ni el triunfo (22-33), ni la clasificación para las semifinales.
Ahora espera un hueso mucho más duro de roer como es Francia, tetracampeona del mundo, bicampeona de Europa y ganadora de la medalla de oro en los dos últimos Juegos Olímpicos (Pekín 2008 y Londres 2012).