Dijo Nikola Karabatic en el primer entrenamiento en Colonia (Alemania) que sentía que ésta era la última oportunidad, la que le puede llevar al olimpo o la que le puede hacer regresar sin Champions al Paris Saint-Germain, que es lo que pretende hacer el internacional francés este verano. Pero antes quiere retornar con un título grande entre sus manos.
En el Laxess Arena, con capacidad para 12.000 personas, el Barcelona arranca este sábado con la obsesión de cada año. Convertida la Liga Asobal en un auténtico paseo y con la Copa del Rey que anda por el mismo camino, la Champions se ha convertido en el objetivo número uno de los de Xavi Pascual. Ante el Kielce polaco, con Talant Dujshevaev en el banquillo, se mide en la primera semifinal.
Tiene Pascual a todos los jugadores disponibles siendo la primera presencia en una Final Four para Sigrudsson y para Jallouz. Los demás jugadores no son nuevos y ya estaban en el plantel el año pasado en la derrota en semifinales ante el Flensburg y en 2013, donde la cruz salió en la final ante el Hamburgo. Estaban también en el último título en 2011 ante el extinto Balonmano Ciudad Real. Los porteros Saric y Pérez de Vargas, Viran Morros, Entrerríos, el propio Karabatic, Víctor Tomás... jugadores con sabor a título.
La otra semifinal la disputarán el Kiel alemán (campeón en 2012), con Joan Cañellas en el pivote, y el Veszprem húngaro, dirigido por el español Antonio Carlos Ortega y con otro compatriota, Carlos Ruesga, en sus filas. El dominio alemán es absoluto en la competición. Colonia es la sede fija de la Final Four desde hace cinco años y los últimos tres campeones son germanos (Flensburg, Hamburgo y Kiel).
Este sábado, a las 15:15 horas, se disputará la primera semifinal Barcelona-Kielce; a las 18:00, Kiel-Veszprem. La suerte está echada en el mejor fin de semana del balonmano europeo.