El deporte en EEUU alcanza un nivel que muchos envidian al otro lado del charco. Cada acontecimiento importante tiene un tratamiento mucho más cuidado que en otros lugares del mundo y si hablamos de NBA (baloncesto), NFL (fútbol americano), NHL (hockey hielo) o MLB (béisbol), las comparaciones llegan a ser odiosas.
En una curso marcado por los continuos homenajes a Kobe Bryant en la NBA debido a su próxima retirada a final de temporada, en la NHL se ha visto un caso parecido, pero en este caso lo que se celebraba era la consecución de un gol para la historia.
Alex Ovechkin, estrella de la mejor liga de hockey hielo del mundo y capitán de los Washington Capitals, anotaba la pasada madrugada su gol número 500 en en 801 partidos. Justo al anotar uno de los tantos de su equipo en la victoria por 1-7 ante los Ottawa Senators, toda la plantilla, incluido el banquillo, saltó al hielo para celebrar el gol con su líder. El partido se detuvo y el jugador ruso, que tenía a sus padres en la grada, recibió la ovación del Verizon Center desde el centro de la pista.
Sólo los míticos Wayne Gretzky, Mario Lemieux, Mike Bossy y Brett Hull han logrado superar el medio millar de goles en menos tiempo que Ovechkin, que lejos de conformarse, marcó un gol más durante el encuentro alcanzando los 501.