Desde hace semanas estaba colgado el cartel de no hay billetes para la final de la Copa del Rey de rugby en el estadio José Zorrilla de Valladolid. El Silverstone El Salvador y el VRAC Quesos Entrepinares son los dos equipos que están más en forma en el panorama nacional y ambos representan el sentir por el deporte del balón ovalado en la capital de Castilla y León. Valladolid, celebraba una fiesta, un acto reivindicativo y de unidad, y el escenario tenía que ser único.
Además los 26.000 espectadores que llenaron Zorrilla junto a la presencia del Rey Felipe VI, que ha sido recibido con una sonora ovación, hacía de la de hoy una oportunidad de oro para poner de manifiesto el crecimiento de un deporte que en España no suele gozar de atención mediática.
El Salvador se impone al ‘Quesos’
Los dos equipos vallisoletanos son los grandes dominadores del rugby español y en especial el VRAC Quesos Entrepinares que las últimas temporadas venía arrasando en todas las competiciones nacionales. Sin embargo el destino les tenía reservado un amargo final a esa racha victoriosa ante su eterno rival, El Silverstone El Salvador.
El ‘Chami’ comenzó el partido por delante en el marcador gracias a un golpe de castigo y una mayor concentración de sus jugadores. Pero el ‘Quesos’ fue a más durante toda la primera mitad, algo deslucida por la lluvia, y llegó al descanso por encima de los de negro y blanco por 3-6. La igualdad en el terreno de juego era comparable a la que se vivía en la grada cuando ambas aficiones animaban a su equipo.
Un Silverstone El Salvador, que fue de menos a más y que aprovechó los errores del Quesos Entrepinares, primero anotó un golpe de castigo que igualaba el encuentro y después enlazó una sensacional jugada colectiva que fue coronada por Alberto Díaz para hacer el único ensayo del partido. Con la transformación del ensayo (13-6) la afición chamiza veía cada vez más cerca la victoria aunque el VRAC marcó un nuevo golpe de castigo que puso el definitivo 13-9 y le dio a El Salvador su séptima Copa del Rey.