La selección española de baloncesto disputaba la madrugada de este jueves un partido clave para continuar compitiendo en los Juegos de Río. Todo estaba listo para empezar pero, repentinamente, la Policía Federal de Brasil se percató de que una mochila sospechosa se encontraba en las inmediaciones del Carioca Arena 1.
Los agentes tomaron una rápida decisión, que fue la de detonar el paquete y retener a los espectadores sin que pudieran acceder al pabellón. Una vez detonado, se dieron cuenta de que en el interior de la mochila había un bizcocho. Alguien se quedó sin postre ayer en Río.
Los jugadores escucharon la explosión pero no eran conscientes de lo que estaba pasando y creían que nadie había acudido al encuentro. Deducción más que normal ya que, por lo general, poca gente está haciendo acto de presencia en muchas de las competiciones en Río.
Unos minutos después se abrían las puertas del Carioca Arena y los espectadores podían disfrutar del encuentro sin problemas, partido en el que la selección ganó a Nigeria por 87-96.