
Usain Bolt sigue dando pasos hacia convertirse en el mejor velocista de todos los tiempos. En la final del 200 metros de los Juegos Olímpicos de Río, el caribeño volvió a exhibir su ingente potencial para, con un tiempo de 19.79 segundos, colgarse su octavo oro olímpico con una insultante superioridad sobre el tartán.
Bolt dominó la carrera desde el inicio, lejos de aquellas dudas pretéritas en las salidas. Al tomar la curva, el jamaicano ya no disponía de más referencias visuales que la línea de meta al frente, y en los últimos veinte metros se permitió dejarse llevar. Con este triunfo, son ya ocho oros olímpicos los de Usain Bolt, que busca su tercer triplete (100, 200 y 4x100) en Brasil, tras ganarlo en Pekín y Londres. Igualmente, ya es el único atleta de la historia capaz de haber ganado el oro en tres Juegos Olímpicos seguidos, tanto en la categorías de 100 como en la de 200 metros.
El podio lo completaron el canadiense Andre De Grasse y el francés Christophe Lemaitre. En la previa, el español Bruno Hortelano estuvo a punto de clasificarse para esta final, lo que habría supuesto un hecho sin precedentes para la velocidad española, pero se quedó fuera por apenas siete centésimas. En la primera ronda, Hortelano batió el récord de España con 20.12, justo el mismo tiempo que le valió el bronce a Lemaitre en la final. Nunca sabremos qué habría ocurrido si el español se hubiera podido meter en la carrera final.