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Muere Yuri Yeliseyev, una de las grandes promesas del ajedrez ruso

A sus 20 años, Yeliseyev tenía unos métodos inusuales que revolucionaron el mundo del ajedrez. Su afición por el Parkour le costó la vida. 

Rusia llora la perdida de uno de los mayores talentos del ajedrez de los últimos años. Yuri Yeliseyev, a sus 20 años, tenía una habilidad especial para sacarse de la nada soluciones inéditas ante situaciones complicadas en el tablero. Creativo, siempre buscaba soluciones originales a los problemas de ajedrez.

Yuri destacó muy pronto. A los 15 años ya se proclamó campeón mundial juvenil y dos años más tarde se convirtió en Gran Maestro -título vitalicio otorgado por la Federación Internacional de Ajedrez a aquellos jugadores que alcanzan un determinado nivel de excelencia-. Este mismo año ganó el torneo abierto de ajedrez de Moscú.

Su peligrosa afición que le costó la vida

Yuri, además del ajedrez, tenía otra gran afición. El Parkour. Una disciplina urbana que debe su nombre a un tipo de entrenamiento militar llamado "parcours du combattant", una especie de circuito de obstáculos, diseñado por el entrenador francés Georges Hebert.

Consiste en utilizar la fuerza y la flexibilidad de tu propio cuerpo para superar desafíos como escalar paredes, saltar a través de los techos o saltar obstáculos. Conseguir llevar tu cuerpo de un lugar a otro. Esta disciplina urbana fue popularizada por el actor y doble francés David Belle a finales de la década de 1990. Con su mezcla de gimnasia y escalada, su práctica se ha hecho viral entre jóvenes de todas partes del mundo.

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Según relató Daniil Dubov, otro gran maestro de ajedrez ruso, Yeliseyev buscaba alcanzar un balcón cuando cayó al suelo. "Esta noche murió mi amigo cercano, un extraordinario jugador de ajedrez y analista, una de las personas más talentosas que conozco", escribió Dubov en su página de Facebook. "Estaba intentando escalar de la ventana al balcón en el piso 12, pero perdió su agarre", agregó. El edificio se encuentra en la avenida Pyatnitskoye de Moscú, ubicado en un área residencial caracterizada por los grandes bloques.

"Incluso desde niño, a él siempre le gustó mostrar su audacia y subir a sitios altos, pero no se extralimitaba, sino que se mantenía dentro de márgenes razonables. Por ejemplo, él era capaz de subirse a una pared de dos metros y caminar a lo largo de un borde sólo para demostrar su afición por las alturas", afirmó Sergei Yanovsky, el entrenador del equipo ruso de ajedrez que tenía una predilección especial por Yuri y su talento. Un talento que se precipitó al vacío.

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