El mundo del deporte tiene un nuevo héroe. Se trata del venezolano Adrián Solano, que dejó a todos boquiabiertos tras su participación en la prueba de los 10 kms del Mundial de esquí de fondo disputado en Lahti (Finlandia).
Solano, que nunca antes había visto la nieve, completó la peor carrera que se recuerda. Desde la salida quedó claro que Solano no había esquiado en su vida. ¿Cómo podría acabar una prueba de 10 kilómetros tan exigente con ascensos, descensos y curvas si ni siquiera se podía mantener en pie?
A pesar de que fue descalificado en el km 6 (tras perder media hora respecto al primer clasificado) el venezolano no arrojó la toalla y siguió hacía delante como buenamente pudo. Al final, casi milagrosamente, Solano cruzó la línea de meta. No ganó, hizo el ridículo, pero sin tener ni idea de esquiar, consiguió terminar la prueba. Su enorme sonrisa iluminaba a todo un país.
Un sueño que pudo terminar en pesadilla
Solano viajó a Suecia para prepara el Mundial el pasado mes de enero. Entonces, fue retenido por la policía francesa y deportado a Venezuela. Estaban convencidos que se trataba de un inmigrante ilegal.
"En Venezuela no hay nieve", le respondieron cuando él aseguró que viajaba para competir en la cita de Lahti. Viajar con 28 euros en el bolsillo no ayudó. Los autoridades policiales francesas no atendieron a razones ni tampoco a que mostrara sus acreditaciones deportivas y la carta de invitación a su equipo para ir a entrenar en Suecia.
A Adrián le costó un año de trabajo, con tres empleos diferentes y la ayuda de varios amigos, reunir el dinero para ese viaje. Y se entrenaba con esquís sobre ruedas en las calles de Venezuela. Todo se vino abajo por la discriminación policial.
Cuando todo parecía perdido, de la nada surgió su particular ángel de la guarda. Un conocido presentador y hombre de negocios finlandés, Aleksi Valavuori, inició una campaña para reunir el dinero suficiente para pagarle otro billete a Suecia. Esta vez, con escala en Madrid. Y llegó.
Gracias a Valavuori y a su tremendo tesón, Solano cumplió su gran sueño. Un sueño que ha inundado las redes sociales y que ha convertido en protagonista al peor esquiador de la historia.
Su historia recuerda a la de Eric Moussambani, el nadador guineano fue uno de los héroes de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 tras su actuación en los 100 libres en los que tuvo que nadar, además, en solitario, su serie. La grada jaleándole y sufriendo porque en los últimos 50 metros parecía que iba a acabar hundiéndose es una imagen para el recuerdo. Sólo se había entrenado durante ocho meses en la piscina de un hotel de su país. Marcó un tiempo de 1:52.72 (un registro más cercano a los 200 metros que a los 100).
17 años después, Solano es el nuevo 'Moussambani' del esquí.