La aficionada en cuestión estaba presenciando el partido entre San Diego Padres y Atlanta Braves cuando atrapó con su cerveza una bola perdida. Todo el estadio aplaudió la mejor jugada del año.
El cubano Juan Miguel Echevarría, de 19 años, ejecutó un impresionante salto de 8,83 metros, un registro que no podrá ser homologado ya que el viento favorable (+2,1) superaba el límite legal (2,0).